El sur de la provincia de Salta volvió a quedar en el centro de una causa vinculada al narcotráfico, esta vez con un episodio que expone la gravedad de la reincidencia y el incumplimiento de una condena judicial. En la localidad de Lumbreras, un hombre de 35 años que se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria fue detenido luego de intentar evadir un control policial mientras circulaba en motocicleta, transportando una importante cantidad de cocaína lista para su presunta comercialización.
El procedimiento se realizó sobre la ruta provincial 5, una traza clave que conecta distintas localidades del departamento Metán y que suele ser utilizada como vía de tránsito habitual. Allí, efectivos policiales detectaron una situación irregular al observar a un motociclista que, al advertir la presencia del control vehicular, aceleró bruscamente e intentó escapar a gran velocidad. Esa maniobra encendió las alertas y dio inicio a una persecución que concluyó con su detención a pocos kilómetros del lugar.
Al requisar al sospechoso, los uniformados encontraron un envoltorio que contenía 256 gramos de cocaína. Según estimaciones realizadas en el marco de la causa, esa cantidad equivale a cerca de 2.000 dosis, lo que refuerza la hipótesis de que la sustancia estaba destinada a la venta y no al consumo personal. Además del estupefaciente, se secuestraron otros elementos considerados de interés para la investigación, que ahora forman parte del expediente judicial.
Con el avance de las actuaciones, se constató un dato clave que agravó aún más la situación procesal del detenido: el hombre había sido condenado en septiembre de 2025 a la pena de cuatro años de prisión efectiva por un delito vinculado al narcotráfico. Sin embargo, se encontraba cumpliendo esa condena bajo la modalidad de prisión domiciliaria, un beneficio que implica reglas estrictas de conducta y permanencia en el domicilio fijado por la Justicia.
La violación de esa medida, sumada a la presunta reiteración del mismo delito, motivó una rápida intervención del Ministerio Público Fiscal. El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, imputó de manera provisional al acusado como autor del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, una figura penal que contempla penas severas dentro del Código Penal argentino.
Durante la audiencia de imputación, el acusado contó con la asistencia de un defensor oficial y optó por no prestar declaración. Desde la Fiscalía se solicitó ante el Juzgado de Garantías interviniente la prisión preventiva, teniendo en cuenta no solo la gravedad del hecho, sino también el antecedente condenatorio reciente y el incumplimiento de la modalidad de arresto domiciliario que se le había otorgado.
El caso genera preocupación en la comunidad de Lumbreras y en todo el departamento Metán, donde en los últimos años se han intensificado los operativos contra el narcomenudeo y el tráfico de estupefacientes. La reiteración de delitos de esta naturaleza, especialmente por parte de personas que ya cuentan con condenas previas, vuelve a poner en debate la efectividad de algunas medidas alternativas a la prisión y los controles sobre su cumplimiento.
Desde el ámbito judicial, se remarca que la prisión domiciliaria no implica impunidad, sino una forma distinta de cumplimiento de la pena que está sujeta a condiciones claras. Salir del domicilio sin autorización, circular libremente y, aún más, cometer un nuevo delito, constituye una violación directa de ese beneficio y habilita su revocación inmediata.
La ruta provincial 5, escenario del procedimiento, es un corredor que conecta puntos estratégicos del sur salteño y suele ser objeto de controles preventivos por parte de la Policía. En este caso, ese operativo permitió no solo evitar la circulación de una cantidad significativa de droga, sino también detectar a una persona que, pese a haber sido condenada, continuaba presuntamente vinculada a la venta de estupefacientes.
En Salta, el combate contra el narcotráfico y el narcomenudeo se mantiene como una de las principales preocupaciones en materia de seguridad y justicia. Hechos como el ocurrido en Lumbreras reflejan la complejidad del problema y la necesidad de sostener controles permanentes, investigaciones judiciales firmes y decisiones que apunten a evitar la reiteración delictiva.
Mientras la causa avanza, el acusado permanecerá a disposición de la Justicia, a la espera de que se resuelva su situación procesal. La Fiscalía buscará sostener la imputación y avanzar hacia una instancia que permita esclarecer el destino de la droga secuestrada, el posible circuito de comercialización y si existen otras personas involucradas.
