Todos los ministros pusieron sus renuncias a disposición del mandatario en las últimas horas, en un gesto que le da carta blanca para definir los ajustes que considere necesarios en la Casa de Gobierno de Salta. Fuentes del Grand Bourg confirmaron que la movida busca renovar equipos y achicar la estructura administrativa antes de que termine 2025.
El foco no está en eliminar ministerios, sino en reducir las más de 44 secretarías que hoy complican la coordinación interna. "Queremos equipos más compactos para que las decisiones lleguen rápido y se ejecuten sin tanto papeleo", explicaron desde el entorno del gobernador Sáenz, quien ya venía analizando estos cambios incluso antes de los comicios del 26 de octubre.
En las nacionales, el saencismo sacó el 28% en Salta y metió una senadora y un diputado al Congreso, un resultado que se suma al 43% de mayo en las provinciales, donde aseguraron 20 bancas propias en Diputados más un aliado, y 11 en el Senado departamental. Con ese respaldo, Sáenz transita la segunda mitad de su segundo mandato buscando equilibrio con Nación y oxígeno para las áreas clave.
Los ajustes apuntan a las segundas líneas: menos secretarías, perfiles con peso en Buenos Aires para gestionar obras y recursos, y un lavado de cara en zonas como la Secretaría General de la Gobernación, que podría ganar más visibilidad política. Nadie habla de crisis en Salud, Educación o Seguridad, que siguen en pie con normalidad, pero sí de "oxigenar" para encarar el tramo final con fuerza.
El diálogo con el Gobierno nacional sigue siendo la carta maestra de Sáenz, más allá de colores partidarios. "Siempre tendió puentes, y ahora necesita gente que sepa moverse en la Capital para traer plata y proyectos a Salta", remarcaron en el Grand Bourg, donde descartan conflictos graves pero admiten que el año electoral dejó cansancio.
Los cambios llegarían en diciembre, alineados con los movimientos en la Legislatura salteña y otros organismos provinciales. El gobernador ya lo había anticipado: fin de año político es momento de renovar, y esta vez la reestructuración en Salta promete ser profunda pero ordenada, con el saencismo consolidado y dos años por delante para dejar huella.
Con información de El Tribuno
 
                             
                             
                             
                                                 
                                                 
                                                 
                                                 
                                                 
                                                 
                                                 
                                                 
                                                