En Salta, la problemática de los trapitos sigue siendo un dolor de cabeza para muchos conductores que se sienten obligados a pagar por un "servicio" no solicitado.
Este jueves, los senadores provinciales se reúnen para tratar un proyecto de ley que propone endurecer las sanciones contra esta práctica ilegal, conocida popularmente como trapitos o cuidacoches. La idea es actualizar el código contravencional para que las penas sean más disuasivas, especialmente en situaciones donde hay mayor vulnerabilidad.
Actualmente, la sanción estándar ronda los 20 días de arresto, pero con esta reforma podría llegar hasta los 40 días de cumplimiento efectivo. El aumento se aplicaría en escenarios específicos, como cuando la víctima es una mujer o durante eventos con gran afluencia de gente, tipo recitales o ferias populares. También se apunta a zonas cercanas a parques grandes o paseos públicos, donde estos grupos suelen operar con más impunidad, afectando la tranquilidad de familias y turistas que visitan la ciudad.
El proyecto no solo se enfoca en los individuos aislados, sino que va contra las estructuras organizadas. Para jefes o coordinadores de estas bandas, las penas serían de cumplimiento efectivo obligatorio, sin chance de conmutación. Esto busca desarticular redes que coordinan la actividad en puntos estratégicos de Salta, como el centro o alrededores de estadios, donde los trapitos generan tensión y hasta incidentes.
Promotores de la iniciativa, como el exsenador Gustavo Carrizo, han enfatizado que responde a reclamos constantes de los vecinos salteños, cansados de esta extorsión cotidiana. Carrizo insiste en que es hora de poner fin a esta situación que altera la convivencia urbana, garantizando que tanto locales como visitantes puedan moverse sin presiones. El apoyo de figuras como el intendente Emiliano Durand refuerza la necesidad de equipar a la justicia y la policía con herramientas legales más fuertes para mantener el orden.
Durand, por su parte, destaca el impacto positivo en el turismo y la vida diaria en Salta, una provincia que atrae visitantes por su cultura y paisajes. Con esta ley, se espera que fiscales y fuerzas de seguridad actúen con mayor respaldo, convirtiendo a la capital en un destino más seguro y amigable. La medida se alinea con esfuerzos locales por combatir delitos menores que erosionan la calidad de vida.
Si el Senado aprueba el proyecto este jueves, tras el aval de la comisión respectiva, marcaría un paso clave hacia un Salta más ordenado. Aunque aún resta la sanción final, esta reforma podría inspirar acciones similares en otras provincias argentinas enfrentadas a problemas parecidos con trapitos. Los salteños esperan que, de una vez por todas, se termine con esta práctica que tanto molesta en las calles cotidianas.
