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CUENTA REGRESIVA

Milei pisa fuerte en el norte y el peronismo apuesta a resistir en Buenos Aires

En una elección cada vez más pareja, el norte argentino se vuelve clave.

Milei pisa fuerte en el norte y el peronismo apuesta a resistir en Buenos Aires

Con el cierre de campaña a la vuelta de la esquina, la pelea por los votos se intensifica en todo el país. Javier Milei refuerza su presencia en el norte argentino, con visitas a Tucumán y Santiago del Estero, mientras el peronismo redobla esfuerzos en la provincia de Buenos Aires, donde busca mantener la ventaja. Salta, como otras provincias del NOA, aparece en el radar como un territorio en disputa que podría inclinar la balanza en un escenario nacional cada vez más reñido.

La elección del próximo 26 de octubre ya no se presenta como una mera contienda legislativa. Lo que está en juego es el rumbo económico y político del país en medio de una crisis persistente. Milei busca consolidar su espacio en el Congreso para avanzar con reformas estructurales, mientras que el oficialismo intenta sostener sus bastiones y mostrar capacidad de gestión en plena turbulencia cambiaria.

La visita del líder libertario a territorios históricamente dominados por el PJ refleja un cambio de estrategia: ir a buscar votos donde antes era impensado. La bronca con la dirigencia tradicional, la inflación imparable y la desilusión de los jóvenes generan un terreno fértil para los discursos rupturistas. En barrios populares de Salta, muchos vecinos reconocen estar “cansados de los mismos de siempre” y no descartan probar “algo nuevo”.

Cristina Fernández de Kirchner reapareció con fuerza en un acto junto a Axel Kicillof, intentando reactivar la mística peronista con referencias históricas y un mensaje directo a la militancia. Sin embargo, el contexto ya no es el de otras épocas. El peronismo se enfrenta a una elección difícil, sin márgenes de error y con un electorado fragmentado.

Las encuestas no logran marcar una tendencia clara. Algunas muestran una leve ventaja de Milei a nivel nacional, mientras otras destacan una recuperación del PJ en ciertas provincias. En Córdoba, la división del voto peronista favorece a LLA. En Santa Fe, la elección está partida en tercios. Y en Salta, si bien no hay cifras oficiales, los distintos espacios reconocen que el resultado será ajustado.

La situación económica agrega más tensión al clima electoral. El dólar sigue subiendo, los precios no dan tregua y la incertidumbre frena el consumo y la inversión. Aunque el gobierno insiste en que no habrá devaluación, muchos economistas ya hablan de una “corrección silenciosa”. En la calle, el impacto es claro: comercios que remarcan a diario, salarios que no alcanzan y familias que recortan gastos básicos.

Frente a ese panorama, Milei baja el tono de su discurso y habla de “lograr un tercio del Congreso” como meta realista. Las reformas laboral y tributaria que propone necesitan consenso, y para eso busca alianzas. Mauricio Macri asomó con un guiño público, y en su entorno hablan de construir una oposición “constructiva”. Aun así, no está claro si esa sintonía será suficiente para destrabar un Congreso que promete ser más fragmentado que nunca.

El peronismo, por su parte, apuesta a la territorialidad. En Salta, el aparato sigue activo, pero ya no es garantía de triunfo. La irrupción de nuevos liderazgos y el desgaste de las figuras tradicionales cambiaron las reglas del juego. La incertidumbre es total, y todo puede pasar.

El domingo 26, cada voto contará. Y provincias como Salta, muchas veces relegadas en el mapa político nacional, podrían terminar siendo decisivas. En una elección sin favoritos claros, la sorpresa puede venir desde el norte.


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