El Gobierno nacional presentó el proyecto de Presupuesto 2026 y sorprendió con un fuerte incremento en los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), uno de los mecanismos de asistencia financiera más sensibles para las provincias. Según la iniciativa enviada al Congreso, los giros de emergencia crecerán un 104,7% respecto de lo previsto para este año, lo que equivale a $569.426 millones frente a los $278.232 millones de 2025.
El anuncio se da en medio de tensiones entre la Casa Rosada y la mayoría de los gobernadores, luego del veto presidencial a la ley que establecía la distribución automática de estos fondos. La decisión del Ejecutivo había generado rechazo en los mandatarios provinciales, quienes reclamaban mayor previsibilidad en el envío de recursos para afrontar gastos corrientes y situaciones de emergencia.
En su discurso por cadena nacional, el presidente Javier Milei defendió el Presupuesto 2026 y llamó a trabajar “codo a codo” con los gobernadores y otros actores políticos. El objetivo, según destacó, es sostener el programa económico y avanzar hacia el superávit fiscal como eje central de su gestión.
El vínculo entre Nación y provincias atraviesa una etapa delicada. La reducción drástica en la ejecución de obra pública, la falta de transferencias de fondos previstos por ley y la administración discrecional de los ATN marcaron la relación durante 2025. En ese contexto, el aumento propuesto busca dar una señal política de acercamiento, aunque sin modificar la decisión del Ejecutivo de mantener bajo control la llave de distribución de los recursos.
Desde el oficialismo insisten en que el veto a la ley aprobada en el Congreso se fundamentó en la necesidad de preservar la facultad del Poder Ejecutivo de asignar los fondos ante emergencias puntuales. En los pasillos de la Casa Rosada aseguran que el proyecto consensuado por los gobernadores “estaba flojo de papeles” y que no podía modificarse un régimen de esa naturaleza solo por mayoría simple.
El desafío político será lograr alianzas en el Congreso, donde el oficialismo necesita apoyos para aprobar reformas consideradas “de segunda generación”. Operadores libertarios reconocen que la relación con los mandatarios provinciales es clave para asegurar gobernabilidad: “Si en las elecciones te va muy bien, necesitás aliados. Si te va muy mal, al menos tenés que garantizar que el país siga funcionando”, resumen.
La incógnita sigue siendo la obra pública. En el proyecto de Presupuesto no aparecen definiciones concretas sobre el nivel de inversión en infraestructura para 2026, lo que mantiene la preocupación de los gobernadores, especialmente del norte del país, que reclaman continuidad en proyectos estratégicos para el desarrollo regional.
Con el envío del Presupuesto 2026, el Gobierno busca abrir una nueva etapa en la relación con las provincias. El aumento de los ATN aparece como una señal de distensión, pero el trasfondo político anticipa un debate intenso en el Congreso y en el interior, donde la pulseada por los recursos seguirá siendo uno de los principales ejes de tensión entre Nación y gobernadores.