Con la mirada puesta en mejorar la conectividad vial y brindar mayor seguridad a miles de salteños que transitan a diario la Ruta Nacional 9, ya se encuentra en marcha la construcción del primero de los dos nuevos puentes sobre el río Vaqueros. El gobernador Gustavo Sáenz supervisó personalmente el avance de las obras, que también incluyen más de cuatro kilómetros de autopista entre la zona del monumento al Quirquincho y el cruce con el río Wierna.
El nuevo puente, que tendrá 120 metros de longitud y doble calzada, forma parte de un ambicioso proyecto vial que apunta a descomprimir el tránsito en un corredor clave del norte provincial. Según anticiparon las autoridades a cargo, se espera habilitar ambas calzadas antes de fin de año, aprovechando el período seco para avanzar con los trabajos más complejos sobre el lecho del río.
Actualmente, las máquinas se concentran en la colocación de pilotes, estructuras fundamentales para garantizar la estabilidad del puente. Las perforaciones alcanzan profundidades que oscilan entre los 11 y los 15 metros, adaptándose a las características del suelo y del cauce del río Vaqueros. Esta etapa, considerada crítica por su complejidad técnica, se está desarrollando sin inconvenientes gracias a las buenas condiciones climáticas.
Además del puente, la obra contempla una transformación integral de la traza vial en este tramo de la RN 9. Se ejecuta una autopista de doble vía con cantero central, iluminación LED y nuevas rotondas para facilitar el acceso a barrios, fincas y zonas urbanas colindantes. Esta modernización no solo impactará positivamente en el tránsito vehicular, sino también en la seguridad de quienes a diario utilizan esta ruta, tanto para ir a trabajar como para actividades comerciales, educativas y turísticas.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la reconversión del histórico puente de hierro, construido en 1913, que será reubicado aguas abajo y destinado exclusivamente al tránsito peatonal y ciclista. De esta manera, se conserva su valor patrimonial y se adapta a las necesidades actuales, fomentando formas de movilidad más sustentables.
Las tareas también se desarrollan de forma paralela en el tramo que va desde el Quirquincho hasta el ingreso a Vaqueros, con operativos viales y obradores desplegados tanto en la capital salteña como en el municipio vecino. Esto implica una transformación profunda de la Costanera, que pasará a ser un corredor ágil y moderno, apto para el alto volumen de tránsito que suele registrarse especialmente en verano, cuando se incrementa la circulación hacia la zona de yungas y los Valles Calchaquíes.
Por el momento, el viejo puente sigue habilitado al tránsito vehicular, aunque con algunas restricciones de peso, ya que su estructura centenaria no fue diseñada para la carga y el flujo actual. La continuidad del paso se garantiza con señalización y controles viales, mientras avanza la construcción de la nueva infraestructura.
El proyecto en su totalidad tiene un plazo estimado de ejecución de 18 meses y es financiado por Vialidad Nacional, con licitación a cargo de la Dirección de Vialidad de Salta. Las gestiones para su reactivación, tras demoras previas, fueron encabezadas por el Ejecutivo provincial, que logró asegurar la continuidad de una obra largamente esperada por los habitantes del área metropolitana norte.
Según informaron desde el Ministerio de Infraestructura, esta intervención será clave para mejorar la calidad de vida de quienes viven en barrios como Los Álamos, La Ciénaga, Vaqueros, La Caldera y zonas aledañas. También permitirá una conexión más fluida con rutas estratégicas como la 51 y la 28, fundamentales para el desarrollo logístico y turístico de la región.
A futuro, el tramo renovado permitirá absorber el crecimiento urbano que se viene dando en los alrededores de Salta capital, con nuevos loteos, emprendimientos inmobiliarios y polos de desarrollo educativo. El corredor norte se consolida así como una de las zonas con mayor proyección, y la infraestructura vial es pieza clave para acompañar ese crecimiento.
Otro dato relevante es que esta obra contempla un enfoque integral en cuanto a ingeniería y planificación. Además de los puentes y la duplicación de calzada, se construyen alcantarillas, terraplenes y sistemas de drenaje para evitar inundaciones y garantizar la durabilidad de la autopista en temporadas de lluvias intensas.
Durante la recorrida por el obrador, también estuvieron presentes funcionarios de primera línea y jefes comunales de la zona, como los intendentes de Vaqueros y La Caldera, quienes destacaron la importancia de esta transformación para sus comunidades.
Las expectativas son altas: si los plazos se cumplen y el clima acompaña, antes de que termine el 2025 los salteños podrán contar con una autopista moderna, segura y pensada para el futuro. Una obra que no solo agiliza el tránsito, sino que también proyecta una Salta más conectada, más equitativa y mejor preparada para el crecimiento sostenido del norte provincial.