La tormenta que se desató el domingo por la tarde volvió a dejar sin energía a numerosos usuarios en la ciudad de Salta y en distintas localidades del Valle de Lerma. Con lluvias persistentes, actividad eléctrica y ráfagas que se hicieron sentir en toda la zona metropolitana, el sistema eléctrico registró fallas que derivaron en interrupciones de distinta magnitud. Desde Edesa explicaron que la inestabilidad provocó daños en líneas de media tensión, cortes de conductores y fallas en instalaciones, situación que obligó a desplegar cuadrillas en distintos frentes.
Los problemas se concentraron especialmente en barrios de la zona sur de la Capital —como Villa Lavalle, Santa Ana, Solidaridad y Ceferino— donde los vecinos reportaron cortes prolongados y microcortes sucesivos. En el Valle de Lerma, localidades como Cerrillos, La Merced y parte de Rosario de Lerma también se vieron afectadas por la caída de ramas, postes dañados y cables cortados, un escenario que suele repetirse cada vez que el mal tiempo golpea con fuerza.
Si bien el servicio comenzó a normalizarse de manera progresiva, la distribuidora remarcó que las tareas se realizan bajo un clima que sigue siendo adverso y que podría agravar la situación. Con el alerta meteorológica vigente por tormentas fuertes, no descartan que se produzcan nuevas interrupciones en las próximas horas. En ese sentido, las cuadrillas mantienen recorridos permanentes y monitoreo constante de las líneas para detectar fallas antes de que escalen.
El panorama del domingo no solo afectó el servicio eléctrico. En distintos sectores de la ciudad se observaron calles anegadas, árboles caídos y desbordes en desagües pluviales. En algunos domicilios, el ingreso de agua obligó a cortar la energía para evitar riesgos, lo que complejizó aún más la tarde de miles de familias que intentaban resguardarse del temporal.
Ante este escenario, Edesa reiteró las recomendaciones de seguridad que deben tenerse en cuenta durante episodios de lluvia intensa. La principal medida es cortar la energía desde el interruptor general si el agua invade un domicilio. También insistieron en evitar el contacto con cables caídos o cualquier instalación externa, aunque pareciera inactiva. Retirar ramas u objetos que hayan caído sobre las líneas aéreas es otra acción que debe evitarse por completo, ya que requiere personal especializado.
En cuanto a la movilidad, pidieron evitar circular por calles inundadas, tanto para prevenir accidentes como para permitir que las cuadrillas trabajen sin obstáculos. Mientras persista la inestabilidad, lo ideal es permanecer en un lugar seguro y mantener la atención puesta en alertas oficiales.
Con el avance del verano, este tipo de tormentas convectivas se volvió frecuente en Salta, sobre todo en áreas como el Valle de Lerma, donde los cambios bruscos de viento y la caída de gran cantidad de agua en poco tiempo suelen generar complicaciones. Aunque la infraestructura eléctrica se refuerza cada temporada, la intensidad de algunos eventos supera lo previsto y provoca daños inevitables.
Para quienes necesiten reportar fallas o realizar consultas, continúan habilitados los canales de contacto oficiales. El número de WhatsApp se mantiene como una de las vías más usadas para enviar ubicaciones y fotos de situaciones de riesgo, mientras que la línea gratuita atiende reclamos las 24 horas. Las redes sociales de la empresa también brindan actualizaciones constantes sobre las zonas afectadas y los avances en las reparaciones.
Desde la distribuidora agradecieron la colaboración de los vecinos que aportaron datos útiles durante las horas más complicadas del temporal. Aseguraron que esa información permitió priorizar sectores críticos y acelerar parte de los trabajos, especialmente en lugares con gran cantidad de usuarios sin energía.
De acuerdo con las proyecciones meteorológicas, la inestabilidad se mantendrá hasta la madrugada, aunque podría mejorar hacia el inicio de la semana. Sin embargo, no se descartan nuevas tormentas aisladas, por lo que los equipos técnicos seguirán activos hasta que el riesgo disminuya.
En los barrios donde la luz volvió, persiste la preocupación por la posibilidad de nuevos cortes. En los sectores que aún esperan la reposición, la expectativa está puesta en que el servicio se estabilice durante la noche. Más allá de las demoras, el temporal dejó en claro, una vez más, la vulnerabilidad de la red eléctrica frente a eventos climáticos extremos y la necesidad de reforzar hábitos de prevención en toda la provincia.