Detrás de cada barrio hay historias que merecen ser contadas. Historias de lucha, de tropiezos, de nuevas oportunidades. Y una de ellas es la de Diego Guerra, un joven de barrio 2 de Abril que encontró en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de San Benito un salvavidas para cambiar su vida.
Todo comenzó hace ocho años, cuando Diego llegó al CIC pidiendo comida. Vivía en la calle, inmerso en un pasado marcado por las adicciones y el abandono. Pero aquel acto simple —un gesto de ayuda— marcó el comienzo de una transformación profunda.
> “Yo andaba en la calle. Pedí comida. Y ahí empezó todo. Hoy mi objetivo es estar bien conmigo mismo”, cuenta Diego, con la emoción de quien supo salir del pozo y volver a mirarse con dignidad.
Acompañamiento que transforma
Gracias a la intervención de psicólogos, nutricionistas, profesores y trabajadores sociales, Diego pudo dejar atrás las adicciones y comenzar un proceso integral de recuperación. El CIC de San Benito se convirtió en su lugar seguro, un espacio donde no solo encontró contención, sino también motivación.
Empezó a participar en clases de gimnasia y deporte, lo que lo llevó a competir en distintas disciplinas de training tanto en Salta como en Jujuy, obteniendo logros impensados para quien años atrás solo pensaba en sobrevivir un día más.
> “Agradezco a todos los profesionales que me ayudaron. Aprovecho el CIC porque es un espacio libre y gratuito. Invito a todos a venir y desarrollarse”, expresa Diego, convencido de que la salida siempre es posible, pero nunca en soledad.
De la calle a su propio emprendimiento
Hoy, Diego no solo entrena. También estudia. Comenzará un curso de costura deportiva en la Fábrica de Emprendedores, con el sueño de crear su propia marca de ropa. Un salto enorme, que nació de un acto pequeño, sostenido por una red de acompañamiento que no juzga, sino que escucha, apoya y guía.
El suyo es un ejemplo de cómo el acceso a políticas públicas inclusivas puede cambiar destinos. Porque cuando hay voluntad personal y un Estado presente, las historias pueden reescribirse.
CIC: espacios que salvan
La Coordinación General de Relaciones con la Comunidad de la Municipalidad trabaja de manera activa en distintos Centros Integradores Comunitarios de la ciudad. Los CIC están presentes en los barrios Unión, Solidaridad, San Benito, Gauchito Gil, Bicentenario, Asunción, Constitución, San Luis y Limache, entre otros.
Estos espacios ofrecen talleres, asistencia psicológica, acompañamiento en salud, capacitaciones, deporte, cultura y más. Todo de manera gratuita, apuntando a mejorar la calidad de vida y la autonomía de las personas.
En cada CIC, hay decenas de historias como la de Diego: personas que se animaron a pedir ayuda y encontraron un camino diferente. Porque, como él mismo dice, “solo no se puede”, pero acompañado, sí.