El anexo del histórico Mercado San Miguel continúa sumando mejoras en sus instalaciones para brindar mayor comodidad a los salteños y turistas que lo recorren a diario. Este lunes quedó habilitado un nuevo paso interno que conecta dos sectores del predio ubicado en Pasaje Miramar 433, entre calles Buenos Aires y Córdoba, lo que permitirá una circulación más fluida y segura en el interior.
Con más de 2.500 metros cuadrados cubiertos y alrededor de 220 puestos en funcionamiento, el anexo es un punto de referencia para la compra de frutas, verduras, quesos, especias, carnes, artesanías, productos envasados, plantas, ropa y artículos electrónicos, entre otros rubros. La gran concurrencia de público hacía necesario este tipo de obras, pensadas para ordenar el tránsito de clientes y facilitar la experiencia de compra.
El nuevo paso interno era un reclamo de larga data de los propios puesteros y de los visitantes. Su diseño contempla una rampa que cubre todo el ancho del pasillo, garantizando accesibilidad a personas mayores y a quienes tienen movilidad reducida. De esta manera, se busca no solo agilizar los recorridos, sino también ofrecer un espacio seguro e inclusivo.
Para concretar la obra fue necesario eliminar una pared de Durlock que permanecía en el lugar desde la gestión de un locatario anterior. La modificación estructural permitió abrir la circulación interna y dar respuesta a la necesidad planteada por comerciantes y clientes.
Esta iniciativa se suma a otras intervenciones recientes en el anexo del Mercado San Miguel, como la incorporación de una entrada lateral sobre calle Córdoba 366, además de la puerta principal que ya cuenta con un diseño pensado para funcionar como paseo peatonal semiabierto. En conjunto, estas mejoras buscan fortalecer la infraestructura de uno de los centros comerciales más tradicionales de la ciudad.
El Mercado San Miguel y su anexo representan mucho más que un espacio de compras: son un lugar de encuentro social, cultural y económico para los salteños. Cada reforma que se lleva adelante no solo moderniza las instalaciones, sino que también reafirma su rol como polo de abastecimiento y paseo turístico.
Con la habilitación de este paso interno, se espera una mejor experiencia para quienes recorren a diario los pasillos del predio, así como también un mayor orden en el movimiento de clientes. La apuesta es clara: seguir invirtiendo en infraestructura que acompañe el crecimiento del mercado sin perder la esencia que lo convirtió en un ícono de la ciudad.