El psicólogo e influencer Javier Pérez, más conocido en las redes como “Doctor Chinaski”, quedó en el centro de una investigación por presuntos abusos sexuales, manipulación y maltrato psicológico hacia pacientes y estudiantes de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER). La polémica surgió tras sus declaraciones en un programa de streaming, donde pronunció comentarios machistas que generaron fuerte repudio en el ámbito académico y entre sus seguidores.
La institución donde Pérez se desempeñaba como docente informó que activó el protocolo de actuación frente a situaciones de violencia y discriminación, vigente desde 2016. Este procedimiento apunta a acompañar a posibles víctimas, orientar sus denuncias y, si corresponde, derivar el caso a la Justicia.
De acuerdo con los primeros testimonios que trascendieron, el psicólogo habría utilizado su posición de poder y prestigio para generar vínculos personales con algunas de sus pacientes. Según se supo, tras uno o dos encuentros profesionales, el influencer manifestaba que ya no podía continuar la atención “porque se sentía atraído”, y luego procuraba mantener una relación más cercana fuera del ámbito terapéutico.
Esa conducta, señalada por varias denunciantes, encendió las alarmas dentro de la facultad, que ahora busca reunir antecedentes y determinar si existieron vulneraciones éticas o conductas que puedan configurar delitos.
El episodio tomó mayor repercusión luego de que se viralizara un fragmento de la transmisión en la que Pérez afirmó que “es más fácil ponerla que pedir una pizza”, comentario que desató críticas generalizadas por su tono misógino y la naturalización del abuso de poder en vínculos terapéuticos.
Durante esa misma conversación, el influencer aseguró que los psicoanalistas “lidian con eso permanentemente”, al referirse al supuesto deseo de las pacientes hacia sus terapeutas. “Cada vez que viene una chica que se autopercibe linda al consultorio, más temprano que tarde te propone pasar a otra cosa en lugar del análisis. Te quieren garchar”, dijo textualmente.
Lejos de retractarse, Pérez sostuvo que se trataba de una reflexión profesional sobre los límites del deseo, aunque su exposición fue interpretada por la mayoría del público como una banalización del rol del terapeuta. En otra parte del video, incluso relató que esa situación “le había pasado muchas veces” y que “si uno lo hace prolijamente y cuida el deseo de analizarse de la persona, podría derivarla y seguir adelante”.
El escándalo escaló cuando se difundieron supuestos testimonios de ex pacientes que describen episodios de maltrato y manipulación emocional. Una de ellas relató haber sido humillada por el profesional durante una sesión, al punto de recibir insultos y descalificaciones sobre su inteligencia. Esa experiencia la habría dejado con “una sensación muy amarga”, aunque hoy, tras conocerse las denuncias públicas, expresó alivio por no haber sido la única.
La Universidad Autónoma de Entre Ríos, por su parte, emitió un comunicado en el que confirmó que se encuentra en etapa de recolección de antecedentes. Además, instó a cualquier persona que haya atravesado una situación similar a acercarse a los canales institucionales de atención.
Mientras tanto, en las redes sociales —donde Pérez cuenta con miles de seguidores— se multiplican las reacciones. Algunos usuarios recordaron que el influencer solía presentar su contenido como una mezcla de psicoanálisis y provocación, con frases diseñadas para generar impacto y debate. Sin embargo, para muchos, esa estrategia derivó en discursos peligrosos que traspasan los límites de la ética profesional.
El caso del “Doctor Chinaski” reabre el debate sobre los comportamientos inapropiados dentro del ámbito universitario y la responsabilidad que deben asumir quienes ejercen profesiones de acompañamiento psicológico. También pone en el centro de la discusión el uso de las redes sociales por parte de profesionales que mezclan exposición mediática, humor y análisis clínico.
Por ahora, la investigación avanza dentro de la UADER, y no se descarta que en los próximos días algunas de las denuncias se formalicen ante la Justicia. Desde distintos sectores académicos y feministas de Entre Ríos y del país reclaman que se tomen medidas ejemplares para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
Aunque Pérez intentó justificar sus expresiones como una “provocación intelectual”, el impacto público fue contundente. En redes, muchos usuarios exigen su suspensión inmediata y piden al Colegio de Psicólogos que evalúe su matrícula profesional.
La polémica continúa creciendo y promete dejar un precedente dentro del ámbito universitario y profesional. Mientras tanto, el “Doctor Chinaski”, que supo construir su fama a base de frases polémicas y análisis irreverentes, enfrenta el momento más difícil de su carrera.
