El faltante de combustible es un tema que preocupa muchísimo en Salta. Desde hace días es muy difícil conseguir naftas y, cuando alguna estación de servicio tiene para suministrar, se arman filas largas, con mucho tiempo de espera y hasta se imponen límites de compra.
Lo que sucede en la capital salteña se replica en diferentes lugares del país. Las autoridades tomaron nota y, tras algunas gestiones, avisan que la situación mejorará este mismo fin de semana.
En este sentido, el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable Martín de los Ríos llevó tranquilidad a la población, luego de las conversaciones mantenidas durante toda la semana con la secretaria de Energía de Nación, la salteña Flavia Royón.
La funcionaria nacional explicó que hubo un conjunto de situaciones que desencadenaron una demora en el abastecimiento de combustible en YPF, pero que empresas como Axion, Shell y Puma tienen stock.
Además Salta, al ser una provincia de frontera, tiene una demanda adicional de compradores de Bolivia y Paraguay, lo que profundiza el desabastecimiento en el norte de la provincia, afectando especialmente las zonas productivas.
En el diálogo, se acordó priorizar las regiones turísticas, que a partir del fin de semana largo tuvieron una demanda récord, como así también aquellas provincias donde está comenzando la siembra.
Como fue anunciado por este organismo, se acordó la importación de diez barcos de combustible y se estableció que se van a terminar las paradas técnicas en los próximos diez días, lo que aumentará la capacidad de refino de las principales refinerías del país.
Sin stock
Ayer, en una recorrida por la ciudad de Salta y en localidades del interior, se podía observar que continuaba la falta tanto de naftas como de diésel. En varias estaciones, tanto de la estatal YPF como de las otras petroleras, se podían ver los carteles "SIN STOCK", o las mangueras atadas con un plástico blanco o colgadas, símbolos inequívocos de que allí no estaba habilitada la venta, consignó El Tribuno.
El panorama era distinto en los surtidores donde sí se vendía combustibles, aunque en estos casos la imagen de la jornada era una larga filas de motos, autos, camionetas y camiones que esperaban, con más o menos paciencia, el turno para ser atendidos.
Según explicaron varios empleados, la mayoría de los conductores optaban por "llenar el tanque para asegurarse algunos días de combustible, mientras esperamos que el abastecimiento se normalice".