La capital salteña vivió una jornada de tensión extrema este viernes cuando el viento Zonda provocó una serie de incendios, voladuras y situaciones de alto riesgo en distintos puntos de la ciudad y sus alrededores. La Municipalidad desplegó un operativo sin precedentes, articulando recursos humanos, técnicos y logísticos en coordinación con Defensa Civil y bomberos del Valle de Lerma.
Más de 150 llamados ingresaron a la línea 105 durante el día, reflejando la magnitud del fenómeno: árboles caídos, postes derribados, incendios en viviendas y pastizales, y chapas voladas fueron parte del dramático escenario que movilizó a todas las áreas operativas del municipio.
Con el fuego avanzando hacia zonas habitadas, el municipio activó maquinaria pesada de la Secretaría de Obras Públicas para realizar cortafuegos, abrir caminos de emergencia y mover suelo en áreas críticas. Estas acciones fueron clave para frenar el avance de las llamas en sectores urbanos y periurbanos.
Brigadas de bomberos municipales y provinciales, junto con autobombas y vehículos oficiales, trabajaron sin descanso para controlar los focos ígneos. También se utilizaron camiones de Agrotécnica Fueguina para retirar escombros, ramas y residuos que dificultaban el acceso a las zonas afectadas.
La emergencia no solo afectó estructuras materiales. Varias familias tuvieron que autoevacuarse por temor al avance del fuego, y dos personas fueron trasladadas al Centro Integrador Comunitario (CIC) del barrio Constitución, donde recibieron atención inmediata.
Desde Protección Ciudadana se destinó personal capacitado en manejo de crisis, mientras que las áreas de Asistencia Crítica y Ambiente coordinaron la entrega de alimentos, ropa e insumos esenciales para los damnificados. Los CIC fueron habilitados como puntos de resguardo para quienes decidieran evacuar por precaución.
Lejos de quedar al margen, los vecinos también pusieron el cuerpo. En muchos casos, colaboraron de manera solidaria para controlar el fuego, despejar caminos y asistir a quienes más lo necesitaban. Este compromiso fue reconocido por el intendente Emiliano Durand, quien decidió movilizar a todo su gabinete para acompañar las tareas en el territorio.
La articulación entre el municipio, la provincia, los bomberos y la comunidad permitió una respuesta efectiva en medio del caos. Aunque el viento ya cesó, las autoridades mantendrán el operativo activo durante el fin de semana para realizar relevamientos, atender emergencias residuales y continuar con la limpieza de las zonas afectadas.
El viento Zonda es un fenómeno típico del noroeste argentino, pero pocas veces se presenta con tanta fuerza como la de este viernes. Sus ráfagas cálidas y secas generaron condiciones ideales para la propagación de incendios, además de causar voladuras de techos, carteles y caída de árboles, lo que multiplicó los riesgos para la población.
Aunque se trata de un fenómeno natural, el cambio climático y la falta de infraestructura en algunos sectores aumentan su impacto. Por eso, el trabajo de prevención, limpieza y monitoreo será clave en los próximos días.
Las autoridades locales pidieron a la población que se mantenga atenta a los canales oficiales y evite circular por zonas con daños visibles o en reparación. También se habilitó la posibilidad de colaborar con donaciones de alimentos no perecederos, agua y elementos de higiene para quienes lo perdieron todo.
Mientras tanto, el personal municipal continúa trabajando en terreno, con cuadrillas activas en todos los barrios afectados. La consigna es clara: reconstruir, acompañar y prevenir.