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Indignación en Mendoza: sacaron a “Juan”, el pato callejero que conquistó corazones

El famoso pato que se paseaba libremente por una florería del centro de Mendoza, fue removido por orden municipal tras una denuncia. Su historia desató una ola de apoyo vecinal que ya reunió miles de firmas.

Indignación en Mendoza: sacaron a “Juan”, el pato callejero que conquistó corazones

En el corazón de la ciudad de Mendoza, un particular personaje se robó la atención de vecinos y turistas: Juan, un pato que se convirtió en símbolo de la florería de Margarita Flores. Durante meses, el ave convivió con transeúntes, se paseaba entre las flores y compartía las jornadas laborales de su dueña.

Pero todo cambió de un día para el otro. Una denuncia anónima, motivada por un video viral en TikTok donde se ve a Juan picoteando a un perro, derivó en una ordenanza municipal que obligó a retirarlo del local y del espacio público. La medida generó sorpresa, tristeza y, sobre todo, una fuerte reacción popular.

“Nos dieron 48 horas para sacarlo”

Margarita contó con emoción cómo fue notificada por la Municipalidad: “Nos dijeron que había una denuncia anónima y que teníamos 48 horas para sacarlo. No hubo advertencias previas. Fue una sorpresa total”, relató.

El video que dio origen al conflicto mostraba a Juan interactuando con un perro en la vereda. Según Margarita, ni siquiera estaba presente en ese momento, y la dueña del perro jamás se quejó. “La mamá del chico que grabó el video me dijo que su hijo lo tomó con humor. Nunca hubo un reclamo formal”, explicó.

Para quienes frecuentan la zona, Juan era mucho más que un pato: era parte del barrio. Su presencia en la vereda, sus paseos junto a los perros de Margarita, y su costumbre de dormir a sus pies al final del día, lo convirtieron en una figura entrañable. “No era un animal agresivo. Estaba suelto, sí, pero acostumbrado a la gente. Todos lo conocían, lo saludaban. Juan era parte de la florería”, aseguró su dueña.

Tras la orden municipal, Juan fue trasladado a una vivienda en Maipú, donde ahora vive dentro de un corral de 3x4 metros construido por el esposo de Margarita. Aunque está protegido de otros animales, su estilo de vida cambió por completo. “Está encerrado, solo, y no se adapta. Él era libre. Caminaba conmigo, dormía a mis pies”, dijo con tristeza Margarita, quien asegura que el animal no muestra la misma vitalidad que antes.

Reacción popular: firmas, apoyo y emoción

Lejos de apagarse, el caso provocó una reacción inmediata de los vecinos del microcentro. En cuestión de días, comenzaron a circular cuadernos para juntar firmas exigiendo el regreso de Juan a la florería. Hasta el momento, ya suman más de 8.000 adhesiones.

“Todos me preguntan por Juan, dónde está, por qué no volvió. Agradezco a cada persona que firmó o que se acercó a dar apoyo”, expresó Margarita visiblemente emocionada.

Ante la repercusión, el abogado penalista Oscar Alfredo Mellado, reconocido por su trabajo en defensa de los derechos de los animales, se ofreció para colaborar con el caso.
Presentó un recurso de revocatoria ante la Municipalidad de Mendoza, dentro del plazo legal de diez días, con el objetivo de que se reconsidere la medida y se permita el regreso de Juan.

“El doctor Mellado se acercó por su cuenta, con el corazón. Dijo que quería ayudar y ya está trabajando en el tema”, contó Margarita.

El objetivo del recurso es abrir un diálogo entre todas las partes involucradas —el municipio, la florista y la comunidad— para alcanzar una solución consensuada que respete tanto la seguridad pública como el bienestar del animal.

Desde la Secretaría de Ambiente de la ciudad de Mendoza, la funcionaria Silvina López explicó que la decisión se tomó para “preservar la seguridad de los vecinos” y promover una “tenencia responsable de mascotas”.

Sin embargo, muchos vecinos cuestionan que se haya tomado una medida tan drástica basándose en una denuncia anónima y un video sacado de contexto.

Hoy, la florería luce distinta sin Juan. Aunque el mostrador sigue lleno de flores, falta la figura que se había convertido en postal de la avenida San Martín. Margarita, los vecinos y miles de firmantes esperan que la historia tenga un final feliz.

“Juan no es una amenaza. Es parte de este lugar. Solo queremos que pueda volver a casa”, concluyó su dueña.

 


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