Desde este 30 de septiembre y hasta el 29 de octubre, un equipo del CONICET lleva adelante una expedición científica sin precedentes en las profundidades del Atlántico Sur. A bordo del buque oceanográfico Falkor (too), especialistas de distintas disciplinas recorrerán las costas de Chubut y Río Negro para estudiar dos cañones submarinos nunca antes explorados en detalle por la ciencia argentina.
La misión se desarrolla frente a Rawson y Viedma, en un sector del mar considerado estratégico por su rol en la dinámica del ecosistema. El objetivo es recolectar datos clave sobre el suelo oceánico, la calidad del agua, la biodiversidad y los procesos físicos que intervienen en esta zona donde la plataforma continental da paso al talud, un punto donde la Corriente de Malvinas juega un papel protagónico.
Por primera vez, se podrá seguir la exploración en vivo a través del canal oficial de Schmidt Ocean en YouTube. Con la ayuda del robot submarino ROV SuBastian y vehículos autónomos equipados con sensores de última generación, el equipo realizará observaciones directas del fondo marino y tomará muestras en tiempo real.
Esta expedición busca entender cómo interactúan las corrientes oceánicas con la geografía submarina, un conocimiento clave para fortalecer las políticas de conservación y el manejo sustentable del mar argentino. También se medirá el desplazamiento de masas de agua, se recolectará plancton y se evaluará el estado ambiental de estos cañones profundos, cuya influencia llega incluso a las comunidades costeras.
La salud de los océanos impacta en todo el país: regula el clima, afecta la producción de alimentos y está directamente ligada a los efectos del cambio climático global. Por eso, este tipo de campañas no solo impulsan el conocimiento científico, sino que también abren oportunidades para pensar una Argentina más integrada y conectada con su territorio marítimo.
Con más de 4.700 kilómetros de costa y una de las plataformas continentales más amplias del mundo, Argentina aún tiene mucho por descubrir en sus aguas. Esta campaña representa un nuevo paso hacia ese horizonte, con ciencia pública, tecnología de vanguardia y el compromiso de investigar para cuidar lo que todavía podemos preservar.