El juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski comenzó este viernes en Resistencia con los siete acusados frente al jurado popular. En su alegato inicial, la defensa de Marcela Acuña, madre de César Sena, admitió que la mujer intentó encubrir a su hijo, aunque negó haber participado en el crimen.
La abogada defensora, Celeste Ojeda, aseguró que Acuña no estaba al tanto de lo ocurrido hasta después del hecho y que actuó “por reflejo materno” al descubrir la escena. Según su relato, la mujer vio un bulto envuelto en una frazada en su casa y, sin comprender la gravedad de la situación, pidió a un colaborador que lo sacara del lugar.
La defensa sostuvo que Acuña no dio órdenes para ocultar el cuerpo ni tuvo contacto con los caseros del campo donde luego se habrían quemado restos. Afirmó que su reacción fue impulsiva y que “no existió ningún plan” para encubrir el femicidio.
Ojeda también negó que las donaciones de muebles o las declaraciones públicas posteriores vinculen directamente a su defendida con el asesinato. Reclamó al jurado que evalúe los hechos “sin prejuicios” y solo en función de las pruebas.
Los acusados
El principal imputado es César Sena, acusado de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por mediar violencia de género y por la participación de más de una persona, delito que prevé prisión perpetua.
Sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, están señalados como coautores. También son juzgados Fabiana González, José Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, acusados de encubrimiento agravado.
Un caso sin cuerpo pero con pruebas
Cecilia fue vista por última vez el 2 de junio de 2023, cuando ingresó a la casa de sus suegros en Resistencia. Las cámaras registraron su entrada, pero no su salida. Aunque el cuerpo nunca fue hallado, la investigación sostiene que fue asesinada allí y que sus restos fueron quemados y dispersados en un campo familiar.
El proceso judicial se desarrolla en el Centro de Estudios Judiciales del Chaco y se espera que dure varias semanas. Mientras tanto, la sociedad sigue atenta a un caso que se convirtió en símbolo de la lucha contra la violencia de género en Argentina.