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ROSARIO DE LA FRONTERA

Mamá salteña pide ayuda para llevar a su bebé al Garrahan: denuncia que sufrió mala praxis en el parto

Celeste Condorí casi pierde su vida y la de su hijo al momento del parto. Para poder viajar necesita que un pediatra la derive a Buenos Aires.

Mamá salteña pide ayuda para llevar a su bebé al Garrahan: denuncia que sufrió mala praxis en el parto

Una madre de Rosario de la Frontera necesita con suma urgencia la derivación de un médico pediatra, para poder salvar la vida de su pequeño hijo, Santino Mateo Medina Condorí, de tan solo seis meses de edad.

Celeste Condorí, de 24 años aseguró que sufrió mala praxis en el parto y a raíz de eso, casi pierde su vida y al bebé.

Desesperada acudió a este medio para relatar la odisea que vivió y que aún sigue viviendo, ya que asevera que los médicos no quieren derivar al bebé a Buenos Aires porque "ya es un caso perdido". Sin embargo, la madre quiere agotar todas las instancias para salvar a Santino y para ello, necesita viajar al hospital Garrahan y obtener una segunda opinión médica.

Recordó que "cuando acudí al hospital Melchora para tener a mi bebé, me atendió un médico y me reventó la bolsa amniótica en la habitación donde estaba internada, me puso el goteo y me dijo que espere porque ya iba a empezar la dilatación".

"Luego se retiró y le dije a mi hermana que ya no daba más del dolor, porque sentía que ya nacía mi bebé. Entonces ella se fue, lo buscó y volvió con la enfermera; ahí les dije cómo me sentía y que el bebé ya venía".

Relató que mientras estaba en la habitación "el doctor me hace tacto y me dice que se vino todo el cordón umbilical, que el bebé se había corrido hacia arriba y que por eso el cordón se vino al cuello de la matriz, que se hizo un tapón y al hacerse ese tapón, el bebé empujaba para salir y eso, le obstruía el paso para que él nazca y al cortar el oxígeno del cordón, no le llegaba el oxígeno al bebé y que me iban a hacer una cesárea de urgencia".

"Pero, el doctor metió su mano dentro mío hasta que me prepararon para la cirugía y encima me preguntó si podía caminar hasta la sala de partos y le contesté que cómo piensa usted que yo voy a caminar con la mano de usted adentro y con todos los dolores que yo tengo".

Ya una vez en la sala de partos, Condorí, contó que "menos mal que ese día había un anestesista, me anestesiaron y el doctor sacó la mano de dentro mío y se fue a preparar para la cirugía. Recuerdo que yo lloraba de dolor y él me decía que tenía que aguantar porque si no se iba a morir mi bebé y lo que me da bronca y le dije a él también, es que mi bebé venía bien".

"En esos momentos sentí cuando me hicieron el corte y un tirón. De ahí lo vi al anestesista que salió corriendo con mi bebé y lo llevaron. Encima el doctor nunca me limpió bien por dentro; me empezó a coser y me dijo que no me podía ligar las trompas porque mi bebé no estaba bien y que no sabía si iba a vivir porque había nacido sin signos vitales. Entonces yo le dije que hasta el último momento sentía que mi hijo se movía. Me cosieron y me enviaron a la habitación".

Además, la joven madre, manifestó que a pesar de estar muy dolorida y de las súplicas, la enfermera de turno se negaba a suministrarle algún calmante. Incluso le pidió que se hiciera cargo del alboroto que estaba causando su familia.

"Le dije que eran ellos los que casi matan a mi bebé y que no me querían poner un calmante. Realmente estaba muy dolorida ya que el efecto de la anestesia se me pasó muy rápido. Recién me pusieron un calmante dos horas después y fue porque mi familia les reclamó varias veces", señaló.

Sin ver a su bebé, el cual fue derivado de urgencia al hospital Materno Infantil en Salta, Celeste quedó internada por tres días en el Melchora y a los días, finalmente pudo viajar con el diagnostico, que el bebé, estaba muy delicado de salud.

Sin diagnóstico y con mal pronóstico

"Cuando nació mi hijo, el médico no sabía qué hacer y lo derivaron de urgencia al Materno Infantil. Mientras tanto, le daban instrucciones de todo lo que tenían que hacer con el bebé hasta que llegue la ambulancia equipada de Salta. El lunes me dan el alta y el miércoles viajé y recién lo pude conocer. Allá lo estaba cuidando su papá. Esa noche le pedí a la enfermera si me podía quedar y me dijo que sí, ya que podía pasar algo".

Condorí señaló que tras estar dos días en Salta con Santino, tuvo que regresar a Rosario para que le sacaran los puntos de la cesárea, pero cuando se presentó en el nosocomio del lugar, le dijeron que tenía que esperar diez días más.

Mientras tanto, el bebé estuvo internado durante dos meses y medio en el Materno Infantil y luego fue derivado a Rosario con internación domiciliaria. Ahora, otro de los problemas, es que la prepaga HAUS, todavía no envía un médico para el bebé.

Por otro lado, la madre recordó que Santino fue dado de alta en enero de este año y al mes siguiente lo volvieron a internar de urgencia por un cuadro de COVID, y que en ese período de tiempo tuvo fiebre, varias convulsiones y en la última convulsión, un paro.

"Luego del paro me decían que no sabían si mi bebé iba a vivir y seguía entubado. Las cuestión es que hasta el día de hoy nadie me da un diagnóstico certero. Lo único que me dicen es que tiene afectado el lado izquierdo y que cuando vaya creciendo, tienen que ir viendo qué parte le afectaron todas las convulsiones. Ahora, en el último diagnóstico, me dicen que tengo que esperar a que mi bebé se corte. En Salta me dieron medicación para que no sienta dolor y si llega a enfermar de nuevo, me dijeron que ya no lo pueden entubar y que a Salta tampoco lo van a poder derivar, en definitiva, me dijeron que mi bebé no tiene solución".

Fuente El Tribuno


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