En una jornada marcada por la fe y la solidaridad, el Mercado San Miguel abrió sus puertas para recibir a más de 500 peregrinos del Milagro con un almuerzo tradicional organizado por los puesteros y la Fundación Innovación. Como cada año, el gesto buscó brindar contención y descanso a los fieles que caminaron durante días para participar de la histórica procesión del Señor y la Virgen del Milagro en la plaza 9 de Julio.
El encuentro tuvo lugar en el anexo del mercado, ubicado sobre pasaje Miramar 433. Desde temprano, los voluntarios se organizaron para atender a los peregrinos registrados previamente. El menú fue clásico: tallarines con salsa boloñesa y queso, gaseosas y frutas de estación como postre. Todo servido por los propios puesteros, que pusieron manos a la obra en sus cocinas.
La jornada incluyó también un operativo sanitario con controles de signos vitales, vacunación, curaciones y chequeos básicos, a cargo de personal de salud. Además, se instaló un punto de hidratación permanente, fundamental para los días de calor.
Fieles llegados desde Cachi, San Antonio de los Cobres, General Güemes, Pichanal y otras localidades del interior provincial agradecieron el recibimiento antes de emprender el último tramo hacia el corazón de la ciudad. La presencia de las brigadas de rescate y comunitaria garantizó el orden y la asistencia durante todo el evento.
Al finalizar, los peregrinos recibieron pequeños obsequios como recuerdo de la jornada. El anexo del mercado retomará su horario habitual este lunes, de 14 a 21, pero el espíritu de la festividad quedará grabado en cada rincón del lugar.
Una vez más, Salta mostró que la devoción también se celebra con gestos simples, generosos y profundamente humanos.
