Cuando el fuego arrasó una vivienda de Villa Lavalle, cerca del río, no solo se llevó pertenencias materiales. También dejó a una familia sin hogar y con el corazón partido. Pero en medio del desastre, un pequeño rayo de esperanza emergió: sus tres cachorras lograron sobrevivir ilesas y ahora están listas para comenzar una nueva vida.
Las perritas, de apenas seis meses, fueron entregadas a la Municipalidad luego del siniestro por sus propios dueños, quienes, afectados por las pérdidas, no podían seguir cuidándolas. El operativo de rescate incluyó asistencia social a los damnificados y el traslado de los animales al Centro de Adopciones Municipal “Matías Nicolás Mancilla”, ubicado en barrio Don Emilio.
> “Afortunadamente, las perritas no presentaron quemaduras ni intoxicación por humo”, detalló Pablo Díaz, director del Centro de Adopciones. “Están sanas, recibieron atención veterinaria y ya se encuentran listas para ser adoptadas”.
¿Cómo adoptar a estas guerreras?
Las tres perritas ya fueron vacunadas contra la rabia, desparasitadas y próximamente serán castradas para garantizar su bienestar. Actualmente se encuentran bajo cuidados especiales, esperando conocer a sus nuevas familias.
Quienes deseen adoptarlas deben acercarse al Centro con su DNI y una boleta de servicio, además de firmar un acta acuerdo que permite hacer seguimiento de la adaptación del animal en su nuevo hogar. Este compromiso es fundamental para asegurar una tenencia responsable y el bienestar de las mascotas.
El Centro de Adopciones “Matías Nicolás Mancilla” está ubicado en Avenida Gato y Mancha S/N, en el barrio Don Emilio. Atienden de lunes a viernes y también ofrecen asesoramiento para quienes adoptan por primera vez.
Una segunda oportunidad
Historias como esta nos recuerdan la importancia de la solidaridad en momentos de crisis, y también el rol clave que cumple el Estado en la protección animal. Las perritas no solo sobrevivieron al fuego: ahora tienen la oportunidad de construir una nueva historia con quienes decidan abrirles su hogar.
> “Es un acto de amor y de compromiso adoptar a un animal rescatado. Ellos ya vivieron una situación traumática y merecen un hogar lleno de cariño”, concluyó Díaz.
Si estás pensando en sumar un integrante peludo a tu familia, esta puede ser tu oportunidad. Estas tres cachorras no solo buscan un techo: buscan amor, cuidado y una nueva historia que las abrace con respeto y ternura.