En protesta por los numerosos incidentes que han sufrido, como mordeduras de perros, cortes por vidrios rotos y pinchazos con jeringas descartables, así como las amenazas y agresiones recibidas por parte de un vecino, el personal de recolección de residuos decidió no salir a trabajar el pasado viernes en el primer turno.
Así también, los propios trabajadores relataron a la prensa que el incidente que detonó la protesta involucró al empleado Martín Medina, quien durante un recorrido por barrio El Milagro cerró el espejo retrovisor lateral de un vehículo para permitir el paso del camión recolector, pero el propietario exigió que se hicieran cargo de un supuesto daño generado al espejo, valorado en $150,000.
Ante esta situación de violencia, los recolectores decidieron no salir en su turno y sus compañeros se solidarizaron con la protesta. Si bien este tipo de agresiones no son frecuentes, se hace un llamado a los vecinos para que tomen precauciones al sacar la basura y eviten dejar perros sueltos o elementos peligrosos en las calles estrechas de la ciudad.