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BENEFICIOS TERAPÉUTICOS

Salta crea registro de cannabis medicinal y apuesta al desarrollo científico

La medida también abre la puerta a la investigación, la producción local y nuevas oportunidades laborales.

Salta crea registro de cannabis medicinal y apuesta al desarrollo científico

La Cámara de Diputados de Salta aprobó por mayoría la creación del Registro Provincial de Cannabis Medicinal, una iniciativa que busca garantizar el acceso regulado al cannabis con fines terapéuticos. Esta medida se alinea con la Ley Nacional 27.350, pero introduce un marco operativo local, esencial para que la normativa se aplique de forma efectiva dentro del territorio salteño.

El proyecto fue impulsado por la diputada Laura Cartuccia y el senador Manuel Pailler, y tendrá implementación a través del Ministerio de Salud Pública de la provincia. Con esta decisión, Salta se suma al grupo de provincias argentinas que están diseñando políticas públicas específicas en torno al uso médico del cannabis.

El objetivo principal del registro es asegurar que los pacientes que necesiten tratamientos con cannabis puedan acceder a ellos de forma legal, segura y controlada. Además, busca generar una red entre pacientes, profesionales de la salud, científicos, instituciones educativas, productores y organizaciones sociales.

El registro funcionará como una plataforma de coordinación y seguimiento, permitiendo supervisar tanto la producción como la administración del cannabis medicinal. Esto permitirá evitar el mercado informal y brindar a los pacientes productos seguros y con respaldo científico.

La ley salteña, en línea con la legislación nacional, reconoce el valor terapéutico del cannabis para una amplia gama de patologías. Entre ellas se destacan:

  •     Epilepsia refractaria
  •     Autismo
  •     Fibromialgia
  •     Dolor crónico
  •     Enfermedades neurodegenerativas
  •     Tratamientos oncológicos

Estos usos ya cuentan con evidencia científica y forman parte de terapias complementarias que mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Uno de los puntos más destacados del proyecto es su visión a largo plazo. No se trata solo de garantizar tratamientos médicos, sino de promover el desarrollo local a través de la producción e investigación del cannabis.

Desde el oficialismo se destacó el potencial de Salta para convertirse en un polo regional en este ámbito. Su clima, geografía y capacidad científica la posicionan estratégicamente para liderar la producción y el estudio del cannabis medicinal en el norte argentino.

Además, el proyecto representa una oportunidad para generar empleo en sectores como la agricultura, la biotecnología, la farmacología y la investigación médica. Esto se traduce en un nuevo impulso económico para la provincia y en una forma concreta de diversificar su matriz productiva.

La creación del registro no solo responde a una necesidad de salud pública. También es una herramienta que permite ordenar, supervisar y legalizar una actividad que, hasta hace poco, estaba relegada a la clandestinidad o al vacío legal.

Con un marco normativo claro, pacientes y familias que antes debían recurrir a métodos informales para acceder a los tratamientos ahora contarán con el respaldo del Estado. Además, se estimula la creación de conocimiento científico local y se fomenta una economía emergente con gran potencial de crecimiento.

Salta se suma a otras provincias argentinas que ya avanzaron con normativas locales sobre el uso del cannabis medicinal, como Buenos Aires, Mendoza y Jujuy. Sin embargo, cada distrito adapta la legislación nacional a su contexto, y en el caso de Salta, el foco está puesto no solo en la salud, sino también en el desarrollo estratégico de esta industria emergente.

El registro provincial es una pieza clave para articular políticas públicas que integren salud, ciencia y producción. Su implementación permitirá identificar necesidades, facilitar el acceso a tratamientos, y a la vez, atraer inversiones en investigación y cultivo controlado.

El desafío ahora será implementar de manera efectiva esta herramienta. Para que el registro cumpla su función, será necesario capacitar al personal de salud, establecer protocolos claros y asegurar que los productos derivados del cannabis cumplan con estándares de calidad.

Además, se espera que el registro funcione como puente entre el Estado y la sociedad civil, incluyendo a organizaciones de pacientes, cultivadores y profesionales de la salud que vienen impulsando el tema desde hace años.

 


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