Salta consolidó su lugar entre las mejores ciudades para vivir en Argentina: la capital provincial alcanzó el octavo puesto en la segunda edición del Índice de Gestión Estratégica de Ciudades, elaborado por la Universidad de Buenos Aires. Con 2,85 puntos sobre 5, la ciudad mostró mejoras respecto al año anterior, especialmente en gestión institucional, ordenamiento estratégico y adopción de herramientas tecnológicas para la atención ciudadana.
El estudio de la UBA evaluó cinco dimensiones clave: política e institucional, desarrollo económico, sociedad, medio ambiente y tecnología e infraestructura. Cada área se desglosa en 31 variables y 159 indicadores, que permiten medir desde la eficiencia administrativa hasta la calidad del espacio público, la movilidad urbana y el dinamismo económico local.
Salta superó a Mar del Plata y Resistencia y quedó apenas por debajo de Santa Fe y San Juan, reflejando un avance sostenido en la planificación urbana. La ciudad compitió con conglomerados más grandes, como Mendoza, Córdoba y Rosario, demostrando que la estrategia y la innovación pueden mejorar el desempeño urbano incluso frente a centros de mayor infraestructura.
El ranking estuvo encabezado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, seguida por Mendoza y Córdoba, mientras que San Miguel de Tucumán y Rosario completaron el top five. Todas las ciudades mejoraron 0,06 puntos en promedio respecto a la edición anterior, mostrando un progreso paulatino en políticas públicas y planificación.
Para Salta, este índice funciona como una herramienta estratégica: permite identificar logros y desafíos pendientes, como fortalecer la infraestructura tecnológica, optimizar la gestión administrativa y profundizar políticas ambientales que acompañen el crecimiento urbano. Más que un ranking, se trata de una hoja de ruta para consolidar la ciudad como un espacio moderno, eficiente y sostenible.
Los avances en planificación y digitalización reflejan el camino hacia ciudades inteligentes, capaces de ofrecer servicios más ágiles e inclusivos. Además, el reconocimiento potencia el desarrollo económico y social, atrayendo inversiones, fomentando el turismo y mejorando la calidad de vida de los salteños.
Con este impulso, Salta proyecta un futuro donde tradición y modernidad se combinan, reforzando su gestión institucional y apostando a la tecnología y la sostenibilidad como motores de crecimiento. La medición de la UBA no solo destaca el presente, sino que invita a continuar avanzando y transformar desafíos en oportunidades para toda la comunidad.
