La plaza principal de barrio San Benito fue escenario de una jornada cargada de alegría, tradición y encuentro comunitario. En el marco del Día de la Diversidad Cultural, la Municipalidad organizó el “Patio Criollo y Feria de Emprendedores”, una propuesta que combinó la esencia de las raíces salteñas con el talento y la creatividad de los vecinos de la zona sudeste.
Desde temprano, el espacio público se llenó de movimiento. Familias enteras, jóvenes, niños y adultos mayores se acercaron para disfrutar de una tarde diferente, marcada por la música folclórica, las danzas típicas y la oportunidad de apoyar a los pequeños emprendedores del barrio. Más de 200 personas participaron del evento, que se convirtió en una verdadera fiesta popular.
Entre los stands, se pudieron encontrar productos artesanales, comidas regionales, tejidos, dulces caseros y una variada oferta elaborada por los vecinos que día a día apuestan al trabajo local. La feria, además de ser un espacio de comercialización, se transformó en un punto de encuentro donde los emprendedores compartieron experiencias y fortalecieron lazos con la comunidad.
El “Patio Criollo” fue otro de los grandes atractivos de la jornada. Con la conducción de Viví Báez, el escenario se vistió de celeste y blanco para recibir a diferentes academias folclóricas y parejas de baile que llenaron el aire de zapateos, pañuelos y zambas. El público acompañó con palmas y entusiasmo cada presentación, reflejando el orgullo por las tradiciones que identifican a Salta.
La música en vivo tuvo su momento destacado con la presentación del grupo Mañeros, que hizo vibrar al público con su repertorio de chacareras y gatos. También se sumó Néstor Saavedra, quien con su bandoneón le dio un toque especial a la tarde, evocando el sonido más puro del folclore del norte.
Durante la actividad, el equipo municipal realizó sorteos y entregó premios a los presentes, generando un clima festivo que se extendió hasta el atardecer. Los niños corrieron por la plaza, los mates circularon entre los vecinos y los bailarines siguieron girando al ritmo del bombo y la guitarra.
La titular de la Coordinación General de Relaciones con la Comunidad, María Juncosa, destacó la importancia de estas propuestas que fortalecen el vínculo entre los vecinos y el municipio. “Estos encuentros permiten que la comunidad se apropie de los espacios públicos, que los disfrute y los sienta como propios. Además, es una oportunidad para visibilizar el esfuerzo de los emprendedores locales, que con su trabajo aportan al crecimiento del barrio”, expresó durante la jornada.
El Día de la Diversidad Cultural fue el marco ideal para celebrar la identidad y el encuentro entre generaciones. En San Benito, la conmemoración trascendió lo simbólico: se convirtió en una manifestación viva de respeto, convivencia y orgullo por las raíces que conforman la identidad salteña.
Los vecinos valoraron especialmente el acompañamiento del municipio y la posibilidad de contar con espacios donde puedan mostrar su trabajo. “Estas ferias son una ayuda enorme para quienes vivimos de lo que producimos en casa. Nos da visibilidad y también nos une como comunidad”, comentó una de las emprendedoras mientras ofrecía sus productos a los visitantes.
El evento también tuvo un fuerte componente familiar. Muchos aprovecharon la jornada para pasar el día al aire libre, compartir comidas típicas y disfrutar del folclore en un ambiente seguro y comunitario. La plaza, que durante la semana suele ser punto de encuentro para actividades deportivas y recreativas, se transformó en un escenario de fiesta donde las tradiciones argentinas fueron protagonistas.
La propuesta del “Patio Criollo y Feria de Emprendedores” forma parte de un ciclo de actividades culturales impulsadas por la Municipalidad para descentralizar los eventos y acercarlos a los barrios. En los últimos meses, distintas zonas de la ciudad de Salta han sido escenario de iniciativas similares, donde el arte, la producción local y la identidad cultural se combinan para generar espacios de participación y encuentro.
El cierre de la jornada fue a pura emoción: los últimos compases del bandoneón sonaron mientras los bailarines improvisaban una última chacarera bajo el cielo del sudeste. Con aplausos, risas y la promesa de volver a encontrarse, los vecinos despidieron una tarde que reafirmó el valor de las tradiciones y el poder del trabajo comunitario.
Eventos como este no solo fortalecen la cultura local, sino que también impulsan la economía barrial y refuerzan el sentido de pertenencia. En tiempos en que la vida cotidiana avanza a ritmo acelerado, espacios como el de San Benito recuerdan la importancia de detenerse a celebrar lo nuestro: las raíces, la diversidad y la comunidad.
El “Patio Criollo y Feria de Emprendedores” dejó una marca en los vecinos del barrio San Benito. Fue una celebración simple, pero profunda, donde la identidad salteña brilló con fuerza y donde la cultura popular volvió a ser el punto de unión entre los vecinos. Una tarde que, sin dudas, quedará en la memoria de todos los que participaron.