MÁS DE SOCIEDAD



TURISMO Y TECNOLOGÍA

Viajar a Cataratas y comprar un iPhone 17 en Paraguay resulta más barato que adquirirlo en Argentina

Un cálculo comparativo muestra que combinar un paquete turístico a Iguazú con la compra del iPhone 17 en Ciudad del Este permite ahorrar cerca de 400 mil pesos.

Viajar a Cataratas y comprar un iPhone 17 en Paraguay resulta más barato que adquirirlo en Argentina

La diferencia de precios entre Argentina y los comercios de frontera volvió a marcar un récord y reactivó una tendencia que crece temporada tras temporada: cada vez más personas descubren que viajar a Puerto Iguazú, cruzar a Ciudad del Este y comprar allí el nuevo iPhone 17 cuesta menos que adquirirlo en un local oficial dentro del país. Con un mercado interno presionado por la inflación y una brecha cambiaria persistente, esta modalidad se volvió una alternativa concreta para quienes buscan renovar su celular sin pagar cifras desbordadas.

El atractivo principal está en el precio del equipo. Mientras en Paraguay el modelo base del iPhone 17 (256 GB) se consigue por unos 970 dólares, en Argentina supera los 1,9 millones de pesos. La diferencia es tan amplia que, aun sumando el costo del viaje, la cuenta final resulta más conveniente que pagar el valor local. Este fenómeno, que comenzó como una recomendación entre viajeros frecuentes, hoy se instaló como una opción masiva que combina turismo, ahorro y acceso a tecnología de última generación.

Un ejemplo claro es un paquete turístico de seis días y cinco noches en Puerto Iguazú, con vuelos incluidos, cuyo precio ronda los 220 mil pesos. Si se agrega el valor del iPhone convertido a dólar blue —una referencia habitual en estos cálculos— el gasto total del “tour tecnológico” llega a aproximadamente 1,6 millones de pesos. Frente a los casi dos millones que vale el mismo teléfono en Argentina, el ahorro supera cómodamente los 350 o 400 mil pesos. Para muchos, la ecuación es simple: aprovechar las vacaciones y volver con un dispositivo nuevo sin pagar el sobreprecio local.

El interés por la compra en frontera no es casual. Ciudad del Este se consolidó hace décadas como un polo de tecnología regional, con gran oferta de productos importados y un régimen fiscal que favorece al comercio minorista. La estructura impositiva argentina, en cambio, encarece considerablemente los artículos electrónicos, especialmente aquellos de alta gama como los smartphones de Apple. De este contraste nace una brecha que, lejos de achicarse, se profundizó en los últimos tiempos.

A esto se suma un factor que los viajeros conocen bien: la franquicia aduanera permite ingresar un celular por persona sin pagar impuestos adicionales. Esto significa que parejas, grupos familiares o amigos pueden traer varios equipos dentro del límite legal, ampliando el ahorro. En la práctica, muchos argentinos aprovechan el viaje no solo para comprar un teléfono, sino también accesorios como AirPods, cargadores originales o fundas premium, que también suelen ser más baratos en Paraguay.

La modalidad del viaje es sencilla. Una vez instalados en Puerto Iguazú, los turistas cruzan el puente Tancredo Neves hacia Foz do Iguaçu y desde allí continúan a Ciudad del Este. La mayoría de las compras se concentra en galerías especializadas donde se pueden comparar precios, verificar la autenticidad del producto y obtener garantía internacional. Si bien hay que moverse con precaución y elegir locales confiables, la experiencia es ágil y suele resolverse en pocas horas.

Este “turismo de compras” convive con otro fenómeno: la frustración creciente frente al precio de los electrónicos en el país. En el mercado local, el iPhone 17 Pro ronda los 2,7 millones de pesos, mientras que el 17 Pro Max se acerca a los tres millones. Con estas cifras, para muchos consumidores la alternativa del viaje deja de ser un lujo y se convierte en una decisión racional. Sumado a que Iguazú es uno de los destinos más visitados del país, el atractivo se multiplica: vacaciones, naturaleza y ahorro en un mismo plan.

La viralización del tema en redes sociales también juega un papel clave. Historias de viajeros que muestran cuánto pagaron su equipo en Paraguay se replican rápidamente y llegan a personas que quizás nunca habían considerado la opción. Lo que antes se veía como una estrategia reservada para los muy atentos al dólar o al mercado tecnológico, hoy se volvió parte de la conversación cotidiana de quienes evalúan cambiar de celular.

En un contexto económico complejo, la búsqueda de opciones para achicar gastos se volvió parte de la vida diaria. El “Apple Tour”, apodo que surgió casi como un chiste, terminó convirtiéndose en una alternativa real para miles de argentinos. Y mientras la brecha cambiaria e impositiva siga generando valores tan dispares, es probable que esta tendencia continúe creciendo y que cada vez más personas elijan viajar antes que pagar el precio local.

En definitiva, el fenómeno revela algo más profundo que una simple diferencia comercial: muestra cómo las decisiones de consumo se adaptan a un escenario en el que comparar, planificar y buscar alternativas se volvió esencial. Para quienes quieren el último iPhone sin desembolsar cifras récord, el viaje a Cataratas deja de ser solo una escapada turística para convertirse en la puerta de acceso a un dispositivo de alta gama a un precio mucho más razonable.


¿Te gustó la noticia? Compartíla!