Mientras el comercio electrónico sigue en pleno auge en Argentina, las estafas digitales se multiplican a un ritmo preocupante. Comprar desde el celular o la computadora, algo cada vez más habitual en la provincia, puede convertirse en una pesadilla si no se toman los recaudos necesarios. Según datos recientes del sector, uno de cada tres compradores online ya fue víctima de algún tipo de fraude digital.
Desde mensajes falsos que simulan ser del banco, hasta páginas truchas que venden productos que nunca llegan, las tácticas de los ciberdelincuentes se vuelven cada vez más sofisticadas. En muchos casos, aprovechan la urgencia o el desconocimiento de las personas para robar datos personales, acceder a cuentas bancarias o hacer compras en nombre de otros.
En Salta, cada vez más vecinos reportan haber sido engañados por estafadores que operan con métodos casi imposibles de detectar a simple vista. Las modalidades más frecuentes incluyen el phishing, smishing y vishing, términos que pueden sonar lejanos pero que representan amenazas muy reales y cotidianas.
¿Qué son y cómo actúan?
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Phishing: uno de los engaños más comunes. Consiste en correos electrónicos, mensajes por WhatsApp o incluso publicaciones en redes sociales que simulan ser de entidades bancarias o comercios conocidos. El objetivo: que el usuario haga clic en un enlace y entregue, sin saberlo, sus datos personales o bancarios.
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Smishing: variante del phishing, pero a través de mensajes de texto. Esos SMS que llegan con alertas de supuestos bloqueos de cuenta, premios o promociones increíbles, muchas veces esconden enlaces maliciosos.
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Vishing: otra técnica cada vez más frecuente. En este caso, el delincuente llama por teléfono y se hace pasar por personal de un banco o empresa de servicios. Con un discurso convincente, logra que la víctima le diga datos que jamás debería compartir.
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Sitios falsos de venta: páginas que parecen legítimas, con productos a precios tentadores y un diseño profesional, pero que en realidad son fachadas montadas para captar pagos que nunca se traducen en entregas.
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Suplantación de identidad: perfiles falsos en redes sociales o incluso en apps de mensajería, donde el estafador se hace pasar por alguien conocido para pedir dinero o información sensible.
Las autoridades locales advierten que estas estafas no siempre se originan desde fuera del país. En muchos casos, las operaciones se coordinan desde dentro de Argentina, con redes bien organizadas y tecnología de punta. Incluso se han detectado situaciones en las que los datos robados se utilizan meses después, cuando la víctima ya no recuerda haber caído en la trampa.
La facilidad con la que se puede acceder a una cuenta bancaria o una billetera virtual sin que el titular lo note hasta que es demasiado tarde, convierte a este tipo de delitos en uno de los más difíciles de frenar.
Siete claves para protegerte
Para evitar caer en estas trampas, es fundamental incorporar hábitos de seguridad digital en la vida cotidiana. Acá te dejamos una guía con siete acciones concretas que podés aplicar desde hoy:
- Cuidado con los enlaces: si te llega un mensaje o correo con un enlace, no hagas clic sin verificar. Aunque parezca confiable, podría llevarte a una página trucha.
- No te dejes presionar: si un mensaje o llamada te genera urgencia o miedo, andá con calma. Los estafadores buscan que actúes rápido para que no pienses.
- Activá alertas del banco: muchas entidades ofrecen notificaciones en tiempo real. Así podés enterarte al instante si alguien intenta usar tu cuenta.
- Verificá siempre el origen: antes de hacer una transferencia o ingresar a una página, chequeá que el remitente sea legítimo. Podés buscar el sitio oficial por tu cuenta en vez de seguir enlaces.
- Revisá antes de transferir: asegurate de que el nombre del destinatario, el alias o el CBU coincidan con lo que te dijeron. Si algo no cierra, no transfieras.
- Usá doble autenticación: muchas apps y sitios permiten agregar un paso más de seguridad. Activala siempre que puedas.
- Nunca des tus claves por teléfono: ni el banco, ni Mercado Pago, ni ninguna empresa te va a pedir tus datos por llamada. Si alguien lo hace, colgá de inmediato.
Si bien la tecnología avanza, la educación sobre su uso seguro todavía no llega a todos por igual. En Salta, muchas personas mayores o sin experiencia en internet son blanco fácil de estafas que podrían evitarse con información básica.
Iniciativas locales para promover la seguridad digital en escuelas, centros vecinales y a través de campañas en medios son fundamentales para reducir los riesgos. El problema no es solo individual: cuando una comunidad entera está mejor informada, los estafadores tienen menos oportunidades de actuar.
Si sufriste una estafa digital, es clave actuar rápido. Lo primero es comunicarte con tu banco o la entidad financiera para bloquear accesos y evitar más movimientos. Luego, realizá la denuncia en la policía y, si es posible, acercate a una fiscalía especializada en ciberdelitos.
También se recomienda guardar todas las pruebas posibles: capturas de pantalla, correos, mensajes, números de teléfono, etc. Toda esa información puede ser útil para la investigación.
En Salta, la Unidad Fiscal de Delitos Económicos Complejos trabaja en casos de esta naturaleza y recibe denuncias tanto presenciales como virtuales.