En medio del creciente fervor que genera Franco Colapinto en el mundo del automovilismo, Alpine lanzó una advertencia clara: no todo vale en redes sociales. La escudería de Fórmula 1 publicó un código de conducta para sus comunidades digitales con el objetivo de frenar mensajes ofensivos, ataques personales y actitudes violentas entre sus seguidores.
Aunque el comunicado no menciona directamente al piloto argentino, el momento elegido no parece casual. Desde que Colapinto se sumó al equipo, la participación de hinchas argentinos, explotó en redes, con un entusiasmo que a veces se desborda.
El documento difundido por Alpine busca marcar un límite. Promueve un entorno seguro, inclusivo y respetuoso, donde la pasión no se transforme en agresión. Son cinco los ejes principales: respeto entre usuarios, uso adecuado del lenguaje, participación responsable, protección de la privacidad y denuncia de contenidos inapropiados.
La escudería remarcó que todos los aficionados deben interactuar con responsabilidad, evitando insultos, spam y publicaciones fuera de lugar. También se alienta a los usuarios a reportar comportamientos que no cumplan con las normas.
El trasfondo de la medida tiene que ver con el exponencial crecimiento del fandom de Colapinto, que suma seguidores en todo el mundo, pero especialmente en Argentina. Muchos lo ven como la gran promesa nacional del automovilismo, y eso genera una efervescencia que no siempre se canaliza de forma positiva.
Desde Salta, donde el automovilismo siempre fue una pasión fuerte, el mensaje de Alpine suena a llamado de atención. La emoción es parte del juego, pero los excesos en redes pueden dañar tanto la imagen del equipo como la experiencia de los propios fanáticos.
En un deporte de alta exposición como la F1, las redes son parte del espectáculo. Y Alpine, con esta movida, busca dejar claro que el respeto no se negocia. Para los seguidores de Colapinto, es también una oportunidad: alentar con orgullo, sí, pero sin cruzar la línea.