La fama puede ser tan deslumbrante como devastadora, y Coty Romero lo sabe bien. La joven correntina, que alcanzó notoriedad nacional tras su participación en Gran Hermano, se sinceró recientemente sobre el momento más oscuro que atravesó luego de salir del reality. En una entrevista con Luzu TV, Coty reveló con crudeza que llegó a un punto límite en su vida: “No quería ni siquiera vivir”.
Su relato comienza con el contraste entre su vida en Corrientes, donde llevaba un perfil bajo, y la vorágine mediática de Buenos Aires. El salto abrupto de la tranquilidad provincial a la exposición masiva fue abrumador. “Me tuve que despedir de esa Coty de Corrientes capital para darle la bienvenida a la Coty de Buenos Aires, de los medios, que tocó vivir todo esto y no estaba preparada”, confesó. El ingreso a Gran Hermano la catapultó a la fama, pero también la sumergió en una realidad para la que no estaba emocionalmente equipada.
Uno de los aspectos más duros fue el impacto de las redes sociales. Coty pasó de tener poco más de 100.000 seguidores a millones en cuestión de días. Aunque al principio disfrutó del reconocimiento, pronto comenzó a recibir críticas despiadadas. “Se metían con mi cuerpo, con mi familia, con mi religión, inclusive. La gente no tenía límites y eso a mí me afectó un montón”, relató. El acoso digital generó un profundo deterioro en su salud mental, llevándola a autoflagelarse y aislarse de sus seres queridos.
A pesar de contar con el apoyo de su familia y amistades, Coty se encerró en sí misma. “Mi familia y mis amigos no sabían nada. Ellos se dieron cuenta de que algo no estaba bien porque yo me aislaba un montón, no hablaba con nadie. Llegaba un punto en el que ni siquiera me levantaba a bañar, estaba como tirada todo el día”, reveló. La presión por mantener una imagen pública de fortaleza la llevó a ocultar su sufrimiento, mientras por dentro se sentía completamente sola.