En una nueva gala de La Voz Argentina, Soledad Pastorutti volvió a demostrar que su estilo evoluciona con fuerza, personalidad y sofisticación. La cantante, que se ha convertido en una de las figuras más queridas del programa, sorprendió al público con un vestido corto color marrón que combinó a la perfección con la estética vibrante del escenario y su actitud segura frente a las cámaras.
El diseño elegido por Soledad fue todo menos convencional. Se trató de un vestido strapless, ajustado al cuerpo, que resaltó su silueta con elegancia y modernidad. Pero el detalle que acaparó todas las miradas fue el moño gigante ubicado a la altura de la cadera y hacia un costado, una apuesta audaz que aportó volumen, dramatismo y un toque de alta costura al conjunto. Este elemento, lejos de ser un simple adorno, funcionó como el centro visual del look, equilibrando la sobriedad del color con una estructura llamativa y teatral.
El tono marrón del vestido, lejos de pasar desapercibido, fue una elección acertada que se alineó con las tendencias actuales en moda, donde los colores tierra y neutros ganan protagonismo por su versatilidad y elegancia. En contraste con el fondo vibrante del escenario —con luces rojas, azules y el icónico logo de La Voz—, el vestido logró destacar sin perder armonía visual.
Soledad complementó el outfit con un peinado suelto y natural, dejando que el protagonismo lo tuviera el vestido. Su maquillaje fue sutil, con tonos cálidos que acompañaron la paleta del look, y una sonrisa que, como siempre, fue su mejor accesorio. La artista se mostró cómoda, segura y radiante, demostrando que su evolución estilística va de la mano con su crecimiento profesional.