En medio del torbellino mediático que envuelve a Mauro Icardi y Wanda Nara, Eugenia “la China” Suárez decidió dar un paso al costado y tomar una drástica decisión que sorprendió a muchos: bajar el perfil y alejarse del escándalo. La actriz, que en otras ocasiones había respondido con firmeza a las críticas y se mostraba activa en redes sociales, optó esta vez por el silencio y la introspección, marcando un cambio de actitud que, según su entorno, le trajo mayor tranquilidad.
La decisión llegó tras una serie de episodios que volvieron a ponerla en el centro de la escena. Uno de ellos fue la resolución judicial que impuso a Icardi y a Wanda una multa millonaria si publicaban imágenes o comentarios sobre sus hijas en redes sociales. En ese contexto, la China eligió no exponerse, incluso cuando acompañó al futbolista a Uruguay para pasar el Día del Padre en la chacra de la diseñadora Natalia Antolín, un lugar muy significativo para ella. Mientras Icardi compartía fotos del encuentro, Suárez se mantuvo en silencio, sin subir contenido ni hacer declaraciones públicas.
Según reveló el periodista Gustavo Méndez en La Posta del Espectáculo, esta actitud responde a un consejo directo de su círculo íntimo: “Le pidieron que baje el perfil, que se aleje del quilombo… y ella escuchó”. Este giro contrasta con su postura anterior, cuando respondía ataques en redes, discutía con figuras mediáticas como Yanina Latorre y enfrentaba a los haters sin filtro.
El cambio también se da en un contexto judicial delicado. El juez Hagopián autorizó visitas de Icardi con sus hijas, pero con una condición: prohibió la presencia de la China en esos encuentros. Esta medida fue objetada por el futbolista, quien presentó un escrito solicitando la restitución internacional de las menores. Mientras tanto, la actriz decidió no involucrarse públicamente en la disputa, reforzando su nueva estrategia de mantener la calma y evitar el conflicto.