En medio de una tormenta mediática que volvió a poner en el centro de la escena a Benjamín Vicuña y Eugenia “La China” Suárez, el actor chileno eligió una forma silenciosa pero poderosa de responder: una foto junto a sus hijos Magnolia y Amancio, fruto de su relación con la actriz. La imagen, publicada en sus redes sociales, lo muestra sonriente y abrazado a los pequeños en una terraza, disfrutando de una tarde tranquila. En otro contexto, podría haber pasado desapercibida, pero en el actual clima de tensión, fue interpretada como una declaración de principios.
La publicación llegó pocos días después de que Suárez lanzara duras acusaciones contra Vicuña, cuestionando su rol como padre y revelando detalles íntimos de su convivencia. Entre otras cosas, lo acusó de desentenderse del cuidado diario de los niños, de priorizar su imagen pública por encima de su presencia real, y de deteriorar su autoestima durante la relación. También lo responsabilizó por revocar el permiso que le habría permitido viajar con los chicos a Turquía, donde planea instalarse junto a Mauro Icardi.
Vicuña, que hasta ese momento había mantenido el silencio, respondió con una frase breve enviada al periodista Ángel de Brito: “La clase de padre que soy la saben mis hijos, que es lo importante. No me van a hacer hablar mal de la madre de mis hijos”. Pero fue la foto la que terminó de marcar su postura: sin confrontación directa, sin palabras agresivas, solo una escena familiar cargada de ternura.
El gesto fue respaldado públicamente por Pampita, madre de sus hijos mayores, quien lo describió como un padre “amoroso, generoso y presente”. Incluso su hijo Bautista publicó en sus redes: “Quienes realmente conocen a mi papá, saben cómo es”, en clara defensa de Vicuña frente a las críticas de Suárez.