Soledad Pastorutti es sinónimo de folklore argentino. Con más de 30 años de carrera, su voz y carisma marcaron a generaciones. Pero ahora, una nueva estrella parece estar gestándose en su propia casa: Regina Audoglio, su hija menor, quien a sus 12 años ya muestra una fuerte inclinación por la música y sueña con seguir los pasos de su madre.
Regina nació en febrero de 2013 y, a diferencia de su hermana mayor Antonia, es quien más disfruta acompañar a Soledad a sus conciertos y presentaciones. Aunque la cantante ha sido muy cuidadosa con la exposición pública de sus hijas, en los últimos años ha compartido algunos momentos que revelan el talento y la sensibilidad artística de la pequeña.
En una visita a La Peña de Morfi, Soledad sorprendió al hablar de Regina y su pasión por la música. “Ella tiene una veta artística. Toca el piano, canta y todo. Le digo que hay que empezar a romper con la barrera de la vergüenza”, contó la artista, destacando que su hija ya muestra un interés genuino por el arte, aunque aún es tímida frente a las cámaras.
Durante ese programa, Regina se animó a saludar brevemente a los conductores, aunque visiblemente nerviosa. Fue un gesto pequeño, pero significativo, que dejó entrever que la vocación está ahí, esperando florecer.
En una ocasión especial, Regina subió al escenario durante el cierre de un show de su madre y, entre abrazos, se animó a entonar una frase de una de sus canciones. Fue un instante espontáneo, pero cargado de simbolismo: la hija de la “Sole” dando sus primeros pasos en el mismo camino que su madre recorrió desde muy joven.
“Yo a su edad ya andaba por todos los escenarios del país”, recordó Soledad con ternura, aunque aclaró que no presiona a sus hijas para que sigan su carrera. “Lo importante es que sean felices con lo que elijan”, dijo.