En una entrevista reciente con el diario Perfil, Abel Pintos ofreció una mirada profunda y serena sobre uno de los temas más divisivos de la sociedad argentina: la grieta. Cuando se le preguntó si se consideraba uno de los músicos que logró “romperla”, el artista respondió con humildad y una postura reflexiva: “La verdad es que no me siento de ninguna manera. Sobre todo porque lo de la grieta está muy ligada a las opiniones y en general me inclino a no opinar demasiado, porque las opiniones generan más opiniones”.
Esta declaración revela una filosofía que va más allá del espectáculo. Pintos no busca posicionarse como figura política ni como referente ideológico, sino como alguien que actúa desde el lugar que puede, con acciones concretas en áreas que considera fundamentales: educación, medioambiente y salud. En lugar de alimentar debates estériles, prefiere canalizar su energía en proyectos que generen impacto real.
Uno de los aspectos más destacados de la entrevista fue su reflexión sobre la solidaridad. Pintos señaló que este valor está muchas veces malinterpretado o reducido a gestos puntuales como donar dinero o ropa. “La solidaridad es un sistema bastante más complejo… hay que educar al respecto”, afirmó. Para él, ser solidario implica un compromiso sostenido, una conciencia activa y una voluntad de transformar la realidad desde lo colectivo.
También lamentó que se hable poco de la solidaridad en los medios, a pesar de que existe “muchísima gente con corazón solidario”. En su visión, lo que falta no es voluntad, sino información. Por eso, considera clave que se difundan las formas en que cada persona puede colaborar, desde su lugar y con sus posibilidades. La solidaridad, según Pintos, es un universo amplio que necesita ser explorado y comprendido en profundidad.
Estas palabras llegan en un momento en que el artista celebra sus 30 años de carrera con la publicación del libro Abel 30 Años – En Imágenes, una edición especial que repasa los hitos de su trayectoria. En paralelo, continúa con sus presentaciones en vivo, manteniendo una conexión genuina con su público, que lo reconoce no solo por su talento musical, sino también por su coherencia y sensibilidad social.