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Receso de la Fórmula 1

Franco Colapinto y una escena cotidiana que se volvió viral

El piloto argentino aprovecha sus vacaciones en el país y una compra sencilla en un supermercado bonaerense desató la reacción de sus fanáticos en redes sociales.

Franco Colapinto y una escena cotidiana que se volvió viral

Franco Colapinto transita días de descanso en la Argentina luego de cerrar la temporada 2025 de la Fórmula 1. Lejos de los circuitos europeos, los compromisos oficiales y la exigencia constante de la máxima categoría del automovilismo mundial, el piloto de Alpine eligió volver a sus raíces y moverse con la naturalidad de siempre. En ese contexto, una escena cotidiana terminó captando la atención de miles de seguidores y se volvió viral en cuestión de horas.

El joven corredor, que ya piensa en la próxima campaña con la escudería francesa y en el desafío que implicará el nuevo modelo del equipo, aprovecha el receso para recargar energías. Durante sus primeros días en el país, se lo vio disfrutando de planes variados y relajados: asistió a un recital de Airbag, compartió una jornada deportiva jugando al pádel con Carlos Tevez y se reunió a cenar con su amigo Bizarrap, una de las figuras más influyentes de la música argentina actual.

Sin embargo, lejos de los flashes de esos encuentros, una aparición inesperada fue la que más repercusión generó. Colapinto fue visto en San Andrés de Giles, una localidad bonaerense de poco más de 26 mil habitantes, ubicada a unos 60 kilómetros de Pilar, su ciudad natal. Allí llegó acompañado por su familia y se movió sin custodia ni protocolos especiales, algo que sus seguidores valoran especialmente.

El lugar elegido fue un supermercado del pueblo. Junto a su padre, Aníbal, el piloto recorrió el comercio como cualquier vecino más. Las imágenes, que comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, lo muestran en el sector de la carnicería, esperando su turno y conversando con los empleados del lugar. La escena, sencilla y sin artificios, contrastó con el universo de lujo y sofisticación que suele rodear a los pilotos de Fórmula 1.

Antes de retirarse, Colapinto accedió a sacarse fotos con el personal del supermercado en la puerta del local. En una de esas imágenes, que terminó siendo la más comentada, se lo ve sosteniendo una bolsa de compras y un clásico envase de leche chocolatada. Ese detalle fue suficiente para disparar una catarata de reacciones, comentarios y memes que rápidamente se multiplicaron en plataformas digitales.

Para muchos fanáticos, esa elección no fue un dato menor. En un deporte asociado al glamour, los contratos millonarios y los viajes permanentes, el gesto fue leído como una muestra más de la sencillez que caracteriza al piloto argentino. Lejos de adoptar poses de estrella, Colapinto sigue mostrando una identidad ligada a las costumbres de su infancia y a una forma de ser que conecta con buena parte del público.

No es la primera vez que el corredor genera empatía por este tipo de actitudes. Desde su irrupción en las categorías formativas hasta su llegada a la Fórmula 1, su historia estuvo marcada por el esfuerzo familiar, el trabajo silencioso y una cercanía constante con la gente. Ese perfil, sumado a su talento al volante, lo convirtió en una de las figuras argentinas con mayor proyección internacional en el deporte motor.

Mientras tanto, el receso le permite bajar revoluciones después de una temporada exigente. El cierre del calendario 2025 dejó aprendizajes importantes para Colapinto y para Alpine, que ya trabaja de cara a un nuevo año con expectativas renovadas. La preparación física, el trabajo en simulador y las pruebas técnicas llegarán más adelante. Por ahora, el foco está puesto en descansar y disfrutar del tiempo en casa.

En ese marco, la postal del supermercado funciona casi como un símbolo. Un piloto de Fórmula 1 que, en lugar de esconderse o aislarse, elige caminar tranquilo por un comercio de barrio, charlar con la gente y sacarse fotos sin apuro. Para muchos, esa naturalidad explica buena parte del cariño que despierta en cada aparición pública.

Las redes sociales amplificaron el momento y lo transformaron en tendencia, con mensajes que destacaron la humildad del piloto y su capacidad para mantenerse fiel a sus orígenes. En un ambiente donde la imagen suele estar cuidadosamente construida, Colapinto vuelve a mostrarse tal como es, incluso cuando nadie se lo pide.

Así, entre compras simples, encuentros con amigos y planes sin agenda estricta, el piloto argentino atraviesa sus vacaciones lejos de los autódromos. Un descanso necesario antes de volver a acelerar, con la ilusión intacta y el respaldo de una hinchada que lo sigue tanto por lo que hace en la pista como por lo que transmite fuera de ella.

 

Colapinto se sacó fotos con los fanáticos a la salida del supermercado (Foto: X@InfoCiudad).

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