Wanda Nara regresó inesperadamente a la Argentina tras pasar cuatro días en México, donde estuvo grabando la segunda temporada de Love is Blind, el reality de parejas que conduce junto a Darío Barassi para Netflix. Aunque su regreso no fue anunciado oficialmente, las cámaras del programa Puro Show lograron captar su arribo al aeropuerto de Ezeiza, donde la mediática se mostró relajada, sonriente y con un look completamente informal: gorra, remera Balenciaga y jogging, fiel a su estilo urbano y descontracturado.
Lo que más llamó la atención no fue su vestimenta ni su silencio ante los micrófonos, sino el gesto que tuvo con un fanático que se cayó mientras intentaba sacarle una foto. En medio del tumulto de flashes, pasajeros y periodistas, un hombre perdió el equilibrio y terminó desplomado junto a su valija. Lejos de ignorar la situación, Wanda se acercó, levantó la valija y le preguntó con una sonrisa si quería tomarse una foto con ella. La escena, que quedó registrada en varios videos, fue celebrada por los presentes y rápidamente se viralizó en redes sociales como una muestra de empatía y cercanía.
Una vez en su departamento de Núñez, Wanda compartió en sus redes sociales lo primero que hizo al llegar: reencontrarse con sus hijas, quienes la esperaban con una sorpresa preparada especialmente para ella. “Mis minis MasterChef”, escribió en una imagen donde se ve a las pequeñas preparando un posteo para recibirla luego de cinco días de ausencia.
La empresaria no llegó con las manos vacías. Hizo una parada técnica antes de llegar a casa para comprarles regalos, entre ellos el famoso chocolate Dubai, que aparece en las manos de su hija menor en una de las fotos que compartió. “Solo así soy feliz”, reflexionó Wanda en la publicación, dejando en claro que sus hijas son el centro de su vida y su principal motor emocional.