En la cima del cerro Aladelta, donde la ciudad de Salta se ve chiquita y el cielo parece más cerca, se inauguró un nuevo espacio que une paisaje, tradición y cultura: el anfiteatro "Las Voces de Orán", un homenaje en vida y memoria al legendario grupo folclórico que supo llevar el canto salteño a todos los rincones del país. El acto contó con la presencia del gobernador Gustavo Sáenz y de los actuales integrantes del conjunto, quienes vivieron una jornada cargada de emoción y orgullo.
El flamante anfiteatro se encuentra en el complejo del Teleférico Aladelta, y está pensado como un punto de encuentro para eventos culturales, conciertos acústicos y peñas al aire libre. Con una pequeña tribuna semicircular rodeada por la vegetación autóctona y una vista panorámica privilegiada de los Valles y la ciudad, el espacio se posiciona como uno de los escenarios más pintorescos de la provincia para el arte y la música.
Durante la ceremonia de inauguración, el gobernador Sáenz descubrió una placa conmemorativa junto a los integrantes del grupo, en honor a Federico Córdoba, fundador de Las Voces de Orán, fallecido en julio pasado. La placa lleva grabado un fragmento de una de sus canciones más queridas: “Bajo tu cielo estaré Salta, cuna de mi ser…”, palabras que hoy cobran un nuevo significado en este lugar elevado, donde el canto parece flotar en el aire.
“Cada vez que suenan sus guitarras o sus voces, uno se siente más salteño”, expresó Sáenz ante el público presente. Y añadió: “El folclore une, nos representa y nos hace sentir parte de algo más grande. Este anfiteatro es un reconocimiento a quienes supieron llevar nuestras raíces con orgullo y respeto”.
Las Voces de Orán, fundadas en 1969, son un emblema del cancionero popular. Con una trayectoria de más de cinco décadas, el grupo logró mantenerse vigente a lo largo del tiempo, conquistando generaciones con su estilo inconfundible. Sus integrantes actuales, Ricardo Córdoba, René Gerardo “Mocho” Flores y Nicolás Verón, recibieron placas de reconocimiento por su labor artística y por mantener viva la llama de la música del norte argentino.
El lugar no fue elegido al azar. El Cerro Aladelta, conocido por sus vuelos de parapente y por su paisaje imponente, ya es uno de los puntos turísticos más visitados de la ciudad. Ahora, con este nuevo espacio cultural, se refuerza su identidad como sitio de encuentro para salteños y visitantes, donde el arte se mezcla con la naturaleza y la tradición.
El anfiteatro promete convertirse en sede de futuras actividades culturales: desde serenatas hasta guitarreadas al atardecer, pasando por festivales locales, ciclos de poesía y encuentros escolares. Todo eso, con el telón de fondo de los cerros, las nubes, y la inconfundible tonada salteña.
Para los músicos del grupo, la inauguración fue mucho más que un reconocimiento. Fue una celebración a la historia viva del folclore, a los caminos recorridos, a las voces que ya no están y a las que siguen cantando. “Esto no es solo para nosotros. Es para todo aquel que alguna vez soñó con subirse a un escenario con una zamba bajo el brazo”, dijeron emocionados.
El Gobierno provincial remarcó que esta obra forma parte de un plan más amplio de impulso al turismo cultural, en una provincia donde la música, la historia y la identidad caminan de la mano. En este sentido, Sáenz destacó que “este tipo de espacios nos ayudan a fortalecer la cultura salteña, que es una de nuestras mayores riquezas. Cada evento, cada canción que suene acá, será también una forma de difundir lo que somos”.
En un contexto nacional complejo, el gobernador aprovechó la ocasión para subrayar su compromiso con el desarrollo de Salta. “Hace unos días estuve en la Plaza de Mayo pidiendo obras para la provincia, y lo hice cantando, porque hay muchas formas de manifestarse, pero el canto une y nos representa”, expresó. Y concluyó: “Para que Salta crezca, necesitamos estar todos juntos, empujando para el mismo lado. Este anfiteatro también es símbolo de eso: de lo que podemos lograr cuando la cultura y el pueblo se encuentran”.
Con esta inauguración, Salta suma un nuevo atractivo a su ya nutrida oferta turística, que no solo invita a recorrer paisajes, sino también a vivir experiencias cargadas de historia, música y sentimiento. El anfiteatro “Las Voces de Orán” no será un espacio más: será ese rincón donde la cultura popular se eleva, literalmente, hasta tocar el cielo.
Quienes visiten el cerro Aladelta ahora no solo podrán admirar las vistas o disfrutar de un paseo en teleférico, sino también encontrarse con la esencia de la música salteña, en un escenario que honra a sus grandes referentes. Porque si hay algo que define a esta tierra, es su capacidad de transformar el paisaje en poesía y las canciones en memoria colectiva.
Y así, bajo ese cielo inmenso que abraza la ciudad, las voces seguirán sonando…