Después de más de diez años sobre los escenarios, Los del Portezuelo, uno de los grupos más queridos y representativos del nuevo folclore salteño, anunciaron su separación definitiva. La noticia tomó por sorpresa a sus seguidores, que rápidamente inundaron las redes sociales con mensajes de gratitud y emoción.
Agustín Day, Francisco Oliver y Diego Cardero decidieron ponerle punto final a un proyecto que nació en Salta y supo crecer a fuerza de trabajo, talento y una identidad musical muy particular. A través de una emotiva publicación en sus canales oficiales, los músicos agradecieron a quienes los acompañaron durante todo este tiempo y dejaron una frase que resume su sentir: “Nos quedamos con lo mejor de lo vivido. Siempre música”.
El grupo fue pionero en combinar sonidos tradicionales del norte argentino con matices del pop y el rock, una propuesta que conectó con públicos diversos y permitió que su música traspasara las fronteras del folclore clásico. Lejos de aferrarse a los moldes tradicionales, Los del Portezuelo apostaron por una renovación estética y sonora que encontró eco, sobre todo, en las nuevas generaciones.
Desde sus primeras presentaciones en peñas locales hasta los grandes festivales nacionales, el trío supo sostener una propuesta coherente y en constante evolución. Su discografía, compuesta por cinco álbumes principales, da cuenta de esa búsqueda: Sólo se trata de vivir (2011), Nosotros (2012), Los del Portezuelo (2015), Desde Adentro (2020) y Kuntur (2021) no solo reflejan distintas etapas del grupo, sino también los cambios que atravesó la escena musical salteña en los últimos años.
Los últimos dos discos recibieron nominaciones a los Premios Gardel, posicionándolos entre los nombres más destacados del folclore argentino contemporáneo. El reconocimiento en categorías como “Mejor Álbum Grupo de Folklore” y “Folklore Alternativo” consolidó su lugar en una escena que, si bien está anclada en la tradición, también reclama renovación y aire fresco.
La noticia del cierre llega en un momento en el que la banda había logrado madurez artística y reconocimiento. Sin embargo, desde su mensaje final se desprende una decisión tomada con serenidad y gratitud. “Siempre música”, escribieron, dejando claro que si bien el proyecto llega a su fin, la pasión que los unió sigue intacta
Además del legado musical, el grupo deja una comunidad de seguidores que los acompañó desde el primer día. Muchos recuerdan sus shows íntimos en espacios culturales salteños, sus giras por el interior y la calidez con la que siempre volvieron a sus raíces, más allá de los escenarios porteños o los grandes festivales.
La decisión de cerrar esta etapa, aunque sorpresiva, no es abrupta. En los últimos meses, algunos indicios dejaban entrever un posible cambio. La banda había bajado su ritmo de presentaciones y se notaba una búsqueda más introspectiva en sus publicaciones. Aun así, el anuncio no dejó de conmover a quienes los vieron crecer desde abajo.
El folclore argentino, especialmente el del norte, vive hoy un proceso de transformación. Nuevos artistas toman la posta y proponen otras formas de narrar lo propio. En ese contexto, Los del Portezuelo se destacaron por no tenerle miedo al cambio, por animarse a reversionar clásicos con otros sonidos y por componer desde un lugar genuino y contemporáneo.
Ahora, con el cierre del grupo, queda abierto el interrogante sobre los caminos individuales de sus integrantes. Aunque por el momento no hubo anuncios concretos, muchos especulan con proyectos solistas o colaboraciones dentro del ambiente musical. Lo que sí es seguro es que la historia de Los del Portezuelo no se borra: queda grabada en sus canciones, en los escenarios que pisaron y en la memoria de quienes los escucharon cantar.