Miguel Ángel Russo, uno de los técnicos más queridos del fútbol argentino, atraviesa un delicado estado de salud y continúa bajo internación domiciliaria. El entrenador de Boca Juniors, de 69 años, no estuvo presente en los últimos partidos del equipo y su evolución mantiene en vilo a jugadores, dirigentes y simpatizantes.
Según trascendió, el cuadro del DT se agravó en los últimos días, por lo que permanece bajo control médico permanente en su hogar. Pese a su debilidad, sigue en contacto con su cuerpo técnico y con el plantel profesional.
A fines de agosto, Russo había sido internado en la clínica Fleni tras sufrir una infección urinaria y un cuadro de deshidratación posterior al empate con Central Córdoba. Luego de ser dado de alta, los médicos recomendaron reducir la actividad para evitar complicaciones, pero su estado volvió a resentirse.
Su última aparición pública fue el 23 de septiembre, cuando se lo vio junto a Juan Román Riquelme en una imagen que recorrió las redes sociales. Desde entonces, el técnico se mantiene alejado de los medios mientras continúa con el tratamiento en su casa.
Mientras tanto, el plantel xeneize quedó a cargo de Claudio Úbeda, su asistente, quien le dedicó el reciente triunfo por 5 a 0 frente a Newell’s. También los jugadores, entre ellos Leandro Paredes, enviaron mensajes de aliento y destacaron el liderazgo de Russo dentro del grupo.
El afecto hacia el entrenador trasciende los límites del club. En distintos puntos del país, incluidos los rincones futboleros de Salta, los hinchas de Boca expresaron su apoyo con banderas y mensajes en redes sociales. “Fuerza Miguel”, se multiplicó como consigna entre quienes lo admiran por su trayectoria y su ejemplo de fortaleza.
Con una carrera marcada por la coherencia y el respeto, Russo supo ganarse el cariño del ambiente del fútbol. Hoy, mientras enfrenta una nueva batalla por su salud, el mundo Boca y los fanáticos de todo el país lo acompañan con la esperanza de verlo nuevamente en el banco, haciendo lo que más ama