La inflación de octubre se ubicó en 2,3%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Con este resultado, los precios acumulan un 24,8% en los primeros diez meses de 2025, mientras que la variación interanual llega al 31,3%, la más baja en más de siete años.
Si bien el dato muestra una leve aceleración frente a septiembre, el Gobierno nacional destaca que la tendencia general sigue siendo de desinflación sostenida, luego de un período prolongado de estabilidad fiscal y monetaria.
El rubro Transporte fue el que más empujó los precios, con un aumento del 3,5%, impulsado por los ajustes en combustibles y servicios relacionados. Le siguió Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un alza del 2,8%. En cambio, Equipamiento del hogar y Recreación y cultura registraron los incrementos más bajos, del 1,6%.
El informe también reveló diferencias entre regiones: la Patagonia y el Gran Buenos Aires fueron las zonas con mayores subas (2,4%), mientras que el Noroeste, donde se incluye Salta, mostró la menor variación, con 2,1%. Cuyo y la región Pampeana quedaron en línea con el promedio nacional, y el Noreste alcanzó un 2,2%.
Por tipo de producto, los servicios aumentaron un 2,5%, superando a los bienes, que subieron 2,3%, reflejando una mayor presión en sectores regulados como transporte y energía. Los precios estacionales lideraron las alzas (2,8%), seguidos por los regulados (2,6%) y el IPC núcleo (2,2%).
A pesar de la leve suba mensual, la baja interanual marca dieciocho meses consecutivos de desaceleración, un dato que el Ejecutivo considera clave para consolidar la estabilidad. No obstante, el impacto en el bolsillo aún se siente: los aumentos en transporte, tarifas y alquileres siguen condicionando el poder de compra de las familias.
De cara a fin de año, los analistas prevén que la inflación se mantendrá entre el 2 y el 2,5% mensual, aunque advierten posibles ajustes vinculados a tarifas y precios regulados. El desafío será sostener el equilibrio entre la estabilidad fiscal y la reactivación económica, en un contexto donde el consumo todavía avanza con lentitud.
El dato de octubre deja así una foto ambivalente: precios más estables y una tendencia firme a la baja, pero con una economía que aún busca consolidar la recuperación y mejorar el poder adquisitivo.
