El pastel de papa de pollo es una preparación que combina lo mejor de la cocina casera con un toque de sofisticación, además de darle una vuelta de tuerca a este clásico.
Este plato es ideal para compartir en familia o con amigos, ya que su sabor y textura lo convierten en una opción irresistible. Además, es una excelente manera de aprovechar ingredientes que solemos tener en casa, convirtiéndolos en una delicia que todos disfrutarán.
Para lograr un pastel de papa de pollo perfecto, es importante conocer algunos secretos que marcan la diferencia. Desde la elección de las papas hasta el punto justo de cocción del pollo, cada detalle cuenta. Con esta receta, te aseguramos que obtendrás un resultado que sorprenderá a todos tus comensales, convirtiéndose en un clásico de tu repertorio culinario.
Ingredientes necesarios
- 1 kg de papas
- 500 g de pechuga de pollo
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 100 g de queso rallado
- 200 ml de crema de leche
- Sal y pimienta a gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 huevo
Paso a paso para preparar el pastel
1. Comenzá pelando las papas y cortándolas en rodajas finas. Cocinalas en agua con sal hasta que estén tiernas. Escurrilas y reservá.
2. En una sartén, calentá el aceite de oliva y dorá la cebolla picada junto con el ajo. Agregá el pollo cortado en cubos pequeños y cociná hasta que esté bien dorado.
3. Incorporá el pimentón, sal y pimienta al gusto. Mezclá bien y retiralo del fuego.
4. En una fuente para horno, colocá una capa de papas, luego una de pollo y repetí el proceso hasta terminar con una capa de papas.
5. Batí el huevo con la crema de leche y vertelo sobre el pastel. Espolvoreá con el queso rallado.
6. Llevá al horno precalentado a 180°C durante 30 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
7. Dejá reposar unos minutos antes de servir para que los sabores se asienten.
El pastel de papa de pollo es una receta versátil que admite múltiples variantes. Podés agregarle verduras como espinacas o champiñones para darle un toque diferente. También, cambiar el queso por uno más fuerte o incluso añadirle un poco de panceta para un sabor más intenso. ¡Las posibilidades son infinitas!