Hay sabores que nos transportan directamente a esos momentos de la infancia en los que la cocina olía a cosas ricas, a tardes de juegos y a meriendas interminables. El budín de coco con corazón de dulce de leche es, sin dudas, uno de esos placeres.
Ideal para sorprender en una merienda especial, para regalar o simplemente para disfrutar un momento de puro placer casero. Porque si hay algo que nunca pasa de moda, es el sabor a hogar.
Ingredientes para el mejor budín de coco
Para el budín:
2 huevos
80 g de manteca
120 ml de leche
1 pizca de esencia de vainilla
180 g de harina de trigo 0000
100 g de coco rallado
100 g de azúcar
2 cucharaditas de polvo de hornear
100 g de dulce de leche repostero
Para el frosting:
1 taza de leche en polvo
2 cucharadas de coco rallado
½ taza de leche fluida
Paso a paso para preparar el budín de coco con corazón de dulce de leche
En un bowl amplio, batí la manteca pomada junto con el azúcar hasta obtener una crema suave y blanquecina. Este paso es clave para que el budín quede aireado y liviano.
Sumá los huevos de a uno, batiendo bien después de cada adición, e incorporá una pizca de esencia de vainilla para perfumar la mezcla.
En otro bowl, tamizá la harina junto con el polvo de hornear. Añadí el coco rallado. Ahora, incorporá los secos en dos tandas a la mezcla de manteca, intercalando con la leche. Mezclá de manera envolvente para no perder el aire incorporado.
Engrasá y enhariná una budinera (de tamaño tradicional). Volcá la mitad de la mezcla en el molde. Luego, con ayuda de una cuchara o manga, colocá una línea de dulce de leche repostero en el centro. Es importante que no llegue a tocar los bordes para que no se escape durante la cocción. Cubrí cuidadosamente con el resto de la masa.
Llevá el budín al horno precalentado a 180°C durante 40 a 45 minutos, o hasta que al insertar un palillo, salga limpio (recordá que puede salir un poquito manchado si toca el dulce de leche).
Mientras el budín se enfría, prepará un frosting súper simple: en un bowl, mezclá la leche en polvo con el coco rallado y la leche fluida hasta obtener una textura cremosa, ni muy líquida ni demasiado espesa.
Una vez que el budín esté frío, cubrilo generosamente con el frosting. Si querés, podés espolvorear un poquito más de coco rallado por encima para darle un toque extra.