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UNA DELICIA

¿Sin harina y sin azúcar? Estas galletas de avena y limón son adictivas

Crujientes y ligeras, estas galletas combinan avena, limón y mantequilla en una receta rápida, saludable y perfecta para la merienda

¿Sin harina y sin azúcar? Estas galletas de avena y limón son adictivas

Las galletas de avena y limón sin harina se han convertido en una alternativa saludable y práctica para quienes buscan opciones de repostería casera sin gluten ni azúcares refinados.

Esta receta, además de ser fácil y rápida, aprovecha ingredientes accesibles que aportan beneficios nutricionales concretos. Su preparación no requiere batidora ni moldes especiales, lo que la vuelve ideal para cualquier cocina doméstica.

Para elaborarlas se necesita una taza de avena tradicional, también conocida como avena en hojuelas. Este tipo de avena se obtiene al cocer el grano entero al vapor y prensarlo en láminas planas. Aporta fibra soluble, especialmente betaglucanos, que ayudan a reducir el colesterol LDL y a mejorar la salud digestiva.

También proporciona energía sostenida gracias a sus carbohidratos complejos, lo que la convierte en un ingrediente ideal para desayunos o meriendas.

El segundo ingrediente es un huevo, que actúa como aglutinante natural y aporta proteína de alta calidad. Su inclusión mejora la textura sin necesidad de harinas refinadas, además de sumar colina, un nutriente esencial para la función cerebral.

La ralladura de limón es clave en esta receta, ya que aporta aroma, sabor y antioxidantes naturales como la vitamina C. Este cítrico también tiene propiedades antimicrobianas y digestivas, por lo que su inclusión en recetas dulces no solo mejora el perfil sensorial, sino que contribuye al bienestar general.

Para dar cuerpo y suavidad a la mezcla se utilizan dos cucharadas de mantequilla derretida, aunque puede sustituirse por aceite de coco si se busca una versión vegana o con perfil lipídico diferente. La mantequilla aporta grasas saludables que ayudan a la absorción de vitaminas liposolubles y mejora la textura final de las galletas.

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El endulzante puede variar según el objetivo nutricional. Se recomienda usar dos cucharadas de azúcar mascabado, miel o edulcorante natural como stevia o eritritol.

Reducir el consumo de azúcar refinada es clave para prevenir enfermedades metabólicas, y esta receta permite ajustar el dulzor sin comprometer el sabor.

La preparación consiste en mezclar todos los ingredientes en un bowl hasta formar una masa homogénea. Se forman bolitas con las manos y se colocan sobre una bandeja con papel encerado.

Luego se aplastan ligeramente y se hornean a 180 °C durante 12 a 15 minutos, hasta que estén doradas. Al enfriar, adquieren una textura crujiente por fuera y suave por dentro.

Estas galletas son una opción versátil que puede personalizarse con coco rallado, chispas de chocolate o frutos secos. Su perfil nutricional las hace aptas para personas con intolerancia al gluten, quienes buscan reducir el consumo de harinas refinadas o simplemente desean incorporar ingredientes funcionales en su dieta diaria.


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