No hay nada como una receta clásica para acompañar la merienda, y esta torta matera es de esas que pasan de generación en generación. Con solo dos huevos y un poco de agua hirviendo, se logra un bizcochuelo esponjoso y lleno de sabor, ideal para disfrutar en casa con un té, un café o unos mates. Su textura suave y su aroma la convierten en una opción infalible para cualquier tarde.
La torta matera que hacía la abuela tiene ese encanto especial que solo las preparaciones simples y caseras pueden lograr. Es un bizcochuelo de chocolate húmedo y liviano, que no necesita ingredientes complicados para salir bien. Justamente ahí está el secreto: en lo fácil que es elaborarla y en lo rica que queda. Perfecta para tener siempre a mano cuando hay ganas de algo dulce sin mucho trabajo.
Ingredientes
Solo van a necesitar una taza para medir todos los ingredientes (tratá de usar siempre la misma).
2 huevos
1 taza de azúcar
½ taza de aceite
1 taza de agua hirviendo
2 tazas de harina leudante
1 taza de cacao dulce (el que se usa para preparar la leche chocolatada)
Esencia de vainilla
Preparación
Con un batidor de mano, mezclá los huevos con el azúcar en un recipiente. Sumá un chorrito de esencia de vainilla e integrá bien.
Agregá el aceite sin dejar de revolver. Incorporá el cacao en polvo y mezclá hasta que quede todo bien unido.
Añadí de forma intercalada un poco de harina y otro poco de agua hirviendo. Mezclá y repetí el proceso hasta incorporar toda la harina y el agua. Es importante evitar sobrebatir la mezcla para asegurar la esponjosidad del bizcochuelo.
Volcá la preparación en un molde de 22 cm, que ya debe estar enmantecado y enharinado. Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná durante 45 a 50 minutos, o hasta que, al pinchar con un palito en el centro, este salga limpio.
Y listo, ya tenés esta torta matera, ideal para preparar en tus ratos libres y disfrutar en la merienda