Israel confirmó este domingo la recepción de los cuerpos de tres rehenes que permanecían en Gaza, entregados por Hamas a la Cruz Roja en el sur del enclave. Los restos fueron trasladados a territorio israelí, donde equipos forenses trabajan para confirmar la identidad antes de comunicar la noticia a las familias.
El intercambio de cuerpos se transformó en un punto central dentro del frágil alto el fuego vigente entre Israel y Hamas. Desde el inicio de la tregua, los militantes palestinos devolvieron los restos de 17 rehenes israelíes fallecidos, aunque se estima que todavía hay once cuerpos retenidos en Gaza.
Las autoridades israelíes informaron que la entrega se realizó bajo control de las Fuerzas de Defensa de Israel y del servicio de inteligencia Shin Bet. La identificación formal se lleva a cabo en laboratorios especializados mediante análisis de ADN y otras pruebas técnicas.
En Gaza, la situación humanitaria continúa siendo crítica. Los equipos médicos palestinos reconocen que la falta de recursos, la destrucción de hospitales y la escasez de materiales para análisis dificultan la identificación de los cuerpos, tanto israelíes como palestinos. El caos y los escombros acumulados después de meses de bombardeos hacen casi imposible recuperar todos los cadáveres.
Hamas entrega uno o dos cuerpos cada pocos días, en un proceso que avanza con lentitud. El grupo asegura que la devastación generalizada impide localizar con rapidez a todas las víctimas, mientras Israel presiona para acelerar los intercambios y exige precisiones sobre la identidad de los restos recibidos. En algunos casos, funcionarios israelíes denunciaron que los cuerpos devueltos no correspondían a rehenes.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, de los 225 cuerpos palestinos recuperados desde el inicio del alto el fuego, solo 75 pudieron ser identificados. La falta de equipamiento llevó a las autoridades médicas a difundir fotografías con la esperanza de que las familias reconozcan a sus seres queridos.
Las causas de las muertes de muchos palestinos devueltos siguen sin aclararse. No se determinó si murieron durante el ataque del 7 de octubre de 2023, si fallecieron bajo custodia israelí o si fueron trasladados fuera de Gaza durante las operaciones militares.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que aún persisten “focos de Hamas” en Rafah y Khan Younis, al sur del enclave. Aseguró que las fuerzas israelíes continuarán actuando hasta eliminar completamente la presencia del grupo islamista.
El conflicto, iniciado tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, dejó un saldo devastador: alrededor de 1.200 muertos y 251 secuestrados en Israel, mientras que la ofensiva de respuesta provocó más de 68.000 víctimas palestinas, según cifras difundidas por el Ministerio de Salud de Gaza, organismo vinculado a Hamas. Israel cuestionó esos datos y rechazó las acusaciones de genocidio.
El actual alto el fuego fue promovido por Estados Unidos y cuenta con el apoyo de Egipto y Jordania. El plan internacional en marcha busca crear una fuerza de estabilización que garantice el cumplimiento de la tregua y contribuya a la reconstrucción de Gaza. Varios países mostraron disposición a participar, aunque condicionan su intervención a una autorización formal del Consejo de Seguridad de la ONU.
El retorno de los cuerpos de los rehenes representa un avance simbólico en un proceso cargado de tensiones. Para Israel, es un paso hacia la recuperación de todos los secuestrados, mientras que para los palestinos significa una oportunidad de dar sepultura a sus muertos en medio de la devastación.
Aunque la tregua ofrece un respiro tras más de un año de violencia, el conflicto sigue sin una solución definitiva. Las familias israelíes esperan respuestas, los palestinos enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes y la comunidad internacional insiste en mantener la mediación para evitar un nuevo estallido.
Por ahora, el intercambio de restos humanos se mantiene como uno de los pocos gestos de diálogo posible en una región marcada por el dolor, la incertidumbre y la desconfianza mutua.