En España, la conocida “pausa para el café” dejó de ser vista como un beneficio opcional para convertirse en un derecho laboral reconocido por ley. El Estatuto de los Trabajadores establece que cualquier persona que realice una jornada continuada superior a seis horas debe contar con al menos quince minutos de descanso.
El objetivo es claro: proteger la salud y la seguridad de los empleados, reduciendo el riesgo de fatiga y otros problemas derivados de la sobrecarga laboral. Lejos de ser un gesto de buena voluntad por parte de las empresas, se trata de una obligación legal que abarca a todos los sectores, independientemente del tamaño de la compañía o del tipo de contrato.
Cuánto dura la "pausa para el café", según la ley
El artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores fija los plazos de descanso:
- Trabajadores mayores de 18 años: pausa mínima de 15 minutos cuando la jornada continua supera las seis horas.
- Trabajadores menores de 18 años: pausa mínima de 30 minutos si la jornada supera las 4,5 horas.
Esto significa que ningún empleado puede renunciar a su derecho ni tampoco el empleador puede negarse a concederlo.
¿El descanso para el café es pago? Qué dice la normativa española
Una de las dudas más frecuentes es si este tiempo de descanso debe pagarse. La normativa establece que la pausa puede considerarse “tiempo de trabajo efectivo”, es decir, remunerado. Sin embargo, para que esto se cumpla, debe estar reflejado en el convenio colectivo o en el contrato individual de cada trabajador.
De este modo, si bien la empresa no puede eliminar el derecho a la pausa, sí puede definir —según convenio— si esos quince minutos forman parte del salario. En la práctica, muchos sectores reconocen este descanso como parte de la jornada laboral y lo pagan, aunque en otros casos no sucede lo mismo.
De cuánto es la multa para las empresas que lo niegan
Cuando una empresa se niega a otorgar la pausa, los trabajadores pueden denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Negar el descanso se considera una infracción grave de acuerdo con la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS).
Las multas para los empleadores que incumplen oscilan entre 751 y 7.500 euros, dependiendo de la gravedad y las circunstancias del caso. Además, si la empresa no lleva un registro de jornada que incluya las pausas, la sanción puede incrementarse, ya que existe obligación de documentar los descansos de todos los empleados.
Está prohibido pagar para evitar el descanso
Otro punto clave es que el descanso no puede ser sustituido por dinero. Es decir, a diferencia de lo que ocurre con las horas extras, la organización del trabajo debe garantizar que los empleados interrumpan su jornada y realicen la pausa.
El derecho al descanso es irrenunciable, incluso si el trabajador acepta seguir trabajando a cambio de una compensación. Esta práctica se considera ilegal, ya que atenta contra la salud y seguridad de la plantilla.