El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a encender la polémica internacional al referirse de manera despectiva al presidente argentino, Javier Milei, por su presencia en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, donde fue galardonada la líder opositora venezolana María Corina Machado.
Maduro encabezó un acto frente a pescadores y campesinos en Caracas para conmemorar el 166 aniversario de la Batalla de Santa Inés. En su discurso, calificó a Milei de “ridículo” y criticó a otros líderes extranjeros presentes en la ceremonia, señalando que se retiraron sorprendidos ante las protestas en las calles de Noruega.
Durante su intervención, combinó arengas patrióticas, bailes y hasta expresiones en inglés para dirigirse a Estados Unidos. Rechazó lo que llamó “crazy war” y defendió la imagen de Venezuela ante la comunidad internacional. “Hoy aplaudo al pueblo de Oslo. A diez grados bajo cero, miles de personas en las calles nos apoyan. Nosotros vamos a seguir triunfando por el camino de la paz, la estabilidad y el desarrollo a la máxima felicidad posible de nuestro pueblo”, afirmó.
El contexto internacional estuvo marcado por protestas en Oslo de grupos de izquierda en rechazo al Nobel entregado a Machado. Maduro no mencionó estas movilizaciones y centró sus críticas en los líderes extranjeros, incluyendo a Milei y al presidente de Panamá, José Mulino.
Además, dedicó parte de su discurso a criticar a Estados Unidos y sus políticas en América Latina, denunciando planes de desestabilización y llamando a sus compatriotas a estar preparados para “partirle los dientes” a Washington, en referencia al despliegue militar norteamericano en el Caribe.
El cierre del acto estuvo cargado de simbolismo patriótico: “Patria humana, patria grande, hasta la victoria siempre. Venceremos, que viva la patria”, concluyó Maduro, reafirmando su narrativa de resistencia frente a la presión internacional.
La reacción de Maduro marca un nuevo capítulo en la relación política entre Argentina y Venezuela, con un cruce verbal que generó repercusión inmediata en medios y redes sociales, y que refleja la polarización de la política latinoamericana y los debates sobre la diplomacia y los premios internacionales.
