Un caso de violencia escolar conmovió a la comunidad educativa de Nueva Jersey y generó repudio en redes sociales y en todo el ámbito docente. Un profesor fue suspendido e inhabilitado para ejercer la docencia tras ser acusado de castigar brutalmente a un alumno de 9 años, a quien le habría pegado la cabeza con cinta adhesiva al escritorio durante casi una hora.
El episodio ocurrió a fines de octubre de 2024 en la Escuela Primaria Lenox Hill, ubicada en el estado norteamericano de Nueva Jersey, pero recién en las últimas horas el caso tomó estado público luego de conocerse la resolución judicial que le prohíbe al docente volver a dar clases.
De acuerdo con la investigación, el maestro identificado como Todd Lewis, de 58 años, habría inmovilizado al niño colocando cinta alrededor de su nuca y fijándola al pupitre, mientras continuaba con la clase como si nada hubiera ocurrido. El menor permaneció con la cabeza pegada al escritorio entre 40 y 50 minutos, sin poder moverse ni pedir ayuda.
El nene relató lo sucedido a su familia después del episodio, y fueron ellos quienes realizaron la denuncia que dio inicio a la investigación. A partir de ese momento, el Departamento de Educación y la Justicia de Nueva Jersey intervinieron de inmediato.
Lewis fue detenido en diciembre pasado y enfrenta cargos por poner en peligro el bienestar de un menor, delito de segundo grado en el sistema penal estadounidense. También fue arrestada Sallyann Scala, de 68 años, asistente del docente, quien presenció el hecho sin intervenir. En su caso, se la acusa de maltrato y negligencia infantil, delitos de cuarto grado.
La causa se encuentra en curso y, como medida preventiva, la Justicia resolvió retener las licencias de ambos acusados, impidiéndoles desempeñar funciones dentro del sistema educativo mientras avance el proceso. Tanto el maestro como la asistente fueron separados de sus cargos y no podrán volver a trabajar en instituciones escolares.
Según la documentación judicial, la asistente permaneció en el aula durante todo el episodio y no hizo nada para detener la agresión. La víctima, de apenas 9 años, declaró que se sintió humillado y con miedo, y que el profesor lo mantuvo inmovilizado como forma de castigo.
Actualmente, Todd Lewis permanece en libertad condicional mientras continúa el proceso judicial, pero podría enfrentar una pena de entre 5 y 10 años de prisión si es declarado culpable. En tanto, Scala podría recibir hasta 18 meses de cárcel por su presunta complicidad.
El caso despertó un fuerte debate en la comunidad educativa de Estados Unidos sobre los límites de la disciplina escolar y la necesidad de reforzar los mecanismos de control en las instituciones. Desde organizaciones que trabajan por los derechos de los niños y adolescentes remarcaron la gravedad de la situación y la importancia de garantizar entornos seguros dentro de las escuelas.
Aunque el hecho ocurrió en el extranjero, la noticia generó repercusión en Argentina, donde distintos sectores docentes expresaron su repudio y recordaron la necesidad de mantener una educación basada en el respeto y el acompañamiento emocional. En Salta, referentes educativos locales también destacaron que las instituciones deben contar con protocolos claros para la detección de cualquier tipo de violencia, ya sea física o psicológica, hacia los estudiantes.
Este caso sirve como un recordatorio sobre la responsabilidad que implica el rol docente y la importancia de actuar siempre con empatía y cuidado frente a los alumnos. El pequeño, que continúa bajo seguimiento psicológico, logró contar lo ocurrido gracias al acompañamiento de su familia, que no dudó en denunciar.
Mientras la Justicia estadounidense avanza con las actuaciones, el episodio deja una huella profunda en la comunidad educativa y refuerza la necesidad de poner el bienestar de los niños por encima de cualquier otro interés.