En medio de una coyuntura internacional marcada por la guerra en Ucrania y un nuevo intento de reconfiguración del tablero geopolítico, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó que este lunes mantendrá una reunión clave en Washington con el expresidente estadounidense Donald Trump. El encuentro se da apenas horas después de una conversación privada entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, en Alaska, lo que genera expectativas y especulaciones en torno a posibles movimientos hacia un eventual cese del fuego.
Zelenski anunció el viaje a Estados Unidos a través de sus redes sociales y detalló que la charla telefónica que mantuvo con Trump el sábado duró más de una hora y media. Durante esa conversación, el líder ucraniano afirmó haber recibido un resumen de los principales puntos tratados entre Trump y Putin, un dato que no pasó desapercibido en las principales capitales del mundo.
La reunión en Washington buscará poner sobre la mesa alternativas concretas para frenar el conflicto bélico que lleva más de tres años y que ha dejado miles de víctimas civiles, desplazamientos forzados y un panorama humanitario devastador en varias regiones del este de Europa. La visita de Zelenski también incluye encuentros con líderes europeos que se encuentran en suelo norteamericano, en un intento por coordinar una hoja de ruta común frente a un escenario que podría comenzar a cambiar.
En ese sentido, el presidente ucraniano expresó su apoyo a una propuesta presentada por Trump para llevar adelante una cumbre trilateral entre Ucrania, Estados Unidos y Rusia. Para Zelenski, ese formato permitiría discutir directamente los puntos más sensibles del conflicto con las principales partes involucradas. "Ucrania reafirma su disposición a trabajar con el máximo esfuerzo para lograr la paz", aseguró el mandatario antes de partir hacia Washington.
Lo que aún no está del todo claro es cuál será el rol de los países europeos en este nuevo escenario. Zelenski insistió en la necesidad de que las potencias del continente tengan participación directa en las discusiones, especialmente a la hora de establecer garantías de seguridad firmes. “Es importante que los europeos participen en cada etapa para garantizar garantías de seguridad fiables junto con Estados Unidos”, expresó.
Si bien por el momento no hay confirmación oficial sobre si la reunión incluirá anuncios concretos, el hecho de que se produzca tan cerca en el tiempo del encuentro entre Trump y Putin enciende las alertas tanto en Kiev como en Bruselas. Una posibilidad es que Trump, en su rol de figura influyente dentro del Partido Republicano y con aspiraciones de volver a la presidencia, esté operando como interlocutor informal en un intento por relanzar negociaciones que permanecen estancadas desde hace más de un año.
Desde el entorno de Zelenski sostienen que el diálogo con Trump fue “largo y significativo”, y que la intención de Ucrania es mantener abiertos todos los canales posibles para acelerar una salida diplomática al conflicto. Además, subrayaron que existe una coordinación permanente con los principales aliados occidentales y que no se tomarán decisiones unilaterales sin el consenso de los socios estratégicos.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, que comenzó con la invasión rusa en febrero de 2022, ha tenido una evolución compleja y ha involucrado directamente a actores internacionales de peso. Estados Unidos ha sido, desde el inicio, uno de los principales respaldos de Ucrania, tanto en materia militar como económica. Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas voces dentro del Congreso estadounidense —principalmente del sector republicano— comenzaron a cuestionar el nivel de gasto destinado a sostener el esfuerzo bélico en Europa del Este.
Es en este contexto donde reaparece Donald Trump con una posición que apunta a cerrar el conflicto cuanto antes, aunque no está claro bajo qué condiciones ni con qué garantías para Ucrania. La posibilidad de que Washington busque una salida negociada con Moscú sin contemplar todas las demandas de Kiev genera incertidumbre entre los sectores más duros del gobierno ucraniano.
La visita de Zelenski a Washington también se produce mientras en Ucrania la situación en el frente de batalla continúa siendo extremadamente delicada. Las últimas semanas estuvieron marcadas por avances rusos en ciertas zonas del Donbás, acompañados de bombardeos en ciudades clave como Járkov y Dnipró. Aunque el ejército ucraniano resiste, las bajas se acumulan y los recursos comienzan a escasear.
Por otra parte, la guerra ha tenido un impacto directo en la economía mundial, generando aumentos en los precios de los alimentos, combustibles y fertilizantes.
Mientras tanto, en las calles de Kiev la expectativa crece en torno a esta posible nueva etapa del conflicto. Aunque no todos confían en las intenciones de Trump, muchos consideran que cualquier movimiento que contribuya a poner fin a la guerra debe ser al menos explorado. En ese marco, la reunión del lunes podría marcar un punto de inflexión, no sólo para Ucrania sino para toda la arquitectura de seguridad en Europa.
Aún quedan muchas preguntas abiertas: ¿Qué tipo de acuerdo buscará Trump? ¿Estará Rusia dispuesta a ceder terreno en una mesa de negociación? ¿Hasta dónde llegará la presión europea para evitar concesiones desfavorables a Ucrania? Y sobre todo, ¿se está realmente más cerca de la paz o se trata de una nueva estrategia para reposicionar actores en el escenario global?
Por lo pronto, la cita en Washington podría ofrecer algunas pistas. Para Zelenski, cada movimiento cuenta. Y para millones de ucranianos que sobreviven día a día en medio del conflicto, cualquier atisbo de negociación es una luz de esperanza.