Elisa Carrió volvió al centro de la escena política con una serie de declaraciones explosivas que no pasaron desapercibidas. En una entrevista difundida por streaming, la fundadora de la Coalición Cívica responsabilizó a diputadas libertarias por las recientes filtraciones de audios dentro del Gobierno nacional, al tiempo que arremetió duramente contra Karina Milei, a quien vinculó con supuestos negocios oscuros.
“La culpa es de ellos por poner gatos que se casan con espías”, lanzó sin filtros, en referencia a las legisladoras del oficialismo. Para Carrió, la incorporación de figuras sin preparación o con antecedentes en el espectáculo y la estética favorece la infiltración de agentes externos en el Estado. La frase, polémica y cargada de desprecio, desató una ola de críticas en redes sociales y también dentro del arco político.
Más allá de esa acusación, la exdiputada apuntó contra Karina Milei, a quien definió como “la cajera” de operaciones que involucrarían fondos públicos. Según sostuvo, la hermana del Presidente es “el personaje más oscuro” del actual Gobierno y tendría un rol clave en decisiones que escapan a los circuitos institucionales tradicionales. También vinculó su figura con denuncias por coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, sin presentar pruebas concretas.
Pero el momento más fuerte de la entrevista llegó cuando Carrió lanzó una acusación directa contra el propio Javier Milei. Afirmó que “ha visto mucha pornografía infantil”, algo que, en su visión, reflejaría una “cuestión perversa” en su manera de ejercer el poder. La gravedad de sus dichos generó repudio inmediato desde distintos sectores, incluso entre opositores.
La líder opositora también se permitió un momento de intimidad al hablar de su nueva relación con un hombre de 95 años. Lo describió como alguien “en buen estado de salud” y con quien mantiene un vínculo afectivo adecuado a esta etapa de su vida. “Nos llevamos muy bien, en mi estado de enfermedad funciona”, expresó con naturalidad.
Las declaraciones de Carrió se dan en un contexto político cargado de tensiones internas, denuncias de corrupción y creciente malestar social. En Salta, donde el armado libertario aún busca consolidarse, sus palabras resonaron con fuerza, especialmente por las alusiones a los métodos de selección de candidatos y el poder concentrado en pocas manos.
Aunque alejada de los cargos públicos, Carrió demuestra que sigue siendo una figura capaz de alterar el tablero político con apenas una frase. Y en tiempos de crisis, sus intervenciones —controvertidas y sin filtro— siguen generando impacto.