La Cámara de Diputados vivió una noche agitada que se extendió hasta bien entrada la madrugada, donde se concretó la elección de los nuevos auditores generales de la Nación.
Con una moción impulsada por el diputado Gabriel Bornoroni, la votación se llevó a cabo en un recinto semivacío, después de que varios bloques opositores decidieran retirarse en desacuerdo con el procedimiento. Esto dejó el camino libre para que peronistas y libertarios definieran el rumbo, sin la presencia de fuerzas como el PRO y la UCR, que manifestaron su disconformidad con el manejo de la sesión.
El resultado fue contundente: 186 votos a favor, tres abstenciones y ningún rechazo. Los elegidos fueron Pamela Calletti, Rita Almada y Juan Ignacio Forlón, quienes asumirán roles clave en la supervisión de las cuentas públicas nacionales. Sin embargo, el foco de la controversia recayó en Calletti, la ex diputada por Salta, quien no estaba en el hemiciclo al momento de la votación. Los presentes tuvieron que esperar su regreso, lo que generó un clima distendido con bromas y comentarios entre los legisladores que aún quedaban.
Mónica Almada, Juan Ignacio Forlón y Pamela Calletti.
Calletti, que había renunciado a su banca en la Cámara Baja apenas una semana antes, prestó juramento minutos antes de las 3:45 de la mañana. Su designación como auditora general de la Nación se dio en medio de un ambiente informal, que contrastó con la seriedad del cargo. Esta situación alimentó las críticas de quienes cuestionan la legitimidad del proceso, argumentando que las ausencias opositoras restaron pluralidad a la decisión.
La sesión maratónica dejó en evidencia las divisiones políticas en el Congreso argentino, donde las alianzas coyunturales entre peronistas y libertarios permitieron avanzar con la agenda pese a las protestas. La Auditoría General de la Nación, organismo clave para el control de la gestión pública, ahora incorpora a estos tres nombres con el desafío de mantener la transparencia en un contexto de tensiones económicas y fiscales que afectan a todo el país.
Rita Almada y Juan Ignacio Forlón, los otros dos auditores designados, completan un equipo que deberá enfrentar escrutinios intensos desde diversos sectores. Su elección, aunque unánime en la votación, no escapó a las sombras de la polémica, ya que el retiro masivo de diputados opositores puso en duda la representatividad del acto. En un año marcado por debates sobre el gasto público en Argentina, estas designaciones podrían influir en las revisiones de políticas clave.
Finalmente, esta madrugada en Diputados refleja el pulso actual de la política nacional, donde las sesiones extensas y las maniobras tácticas son moneda corriente. Con Calletti al frente de uno de los puestos, la AGN se prepara para un período de actividad intensa, mientras las repercusiones de esta elección continúan resonando en los pasillos del Congreso y en la opinión pública argentina.