El PAMI presentó ante la Justicia federal denuncias por fraudes millonarios que involucran órdenes médicas electrónicas apócrifas, facturaciones sin respaldo y uso indebido de datos de los afiliados. La información surgió a partir de auditorías internas que detectaron irregularidades en distintos puntos del sistema, afectando tanto las arcas del Instituto como a los jubilados.
Aunque no se difundió el monto exacto de la estafa, las investigaciones revelaron maniobras que podrían constituir delitos de defraudación contra la administración pública. Actualmente, existen al menos seis causas activas en distintas jurisdicciones del país, todas relacionadas con la falsificación de órdenes médicas y el abuso del sistema OME (Órdenes Médicas Electrónicas).
Desde la conducción del PAMI, a cargo de Esteban Leguizamo, remarcaron que la gestión se centra en terminar con los intentos de fraude sistemático, la simulación de consultas y la falsificación documental, reforzando la trazabilidad de las prestaciones médicas.
Entre las medidas ya implementadas se encuentran el fortalecimiento del monitoreo de prestadores, la obligatoriedad del uso del turnero digital y sanciones administrativas y penales según la gravedad de los desvíos detectados. El objetivo es racionalizar el gasto sin afectar la atención a los jubilados.
El ministro de Salud, Mario Lugones, destacó que estas acciones forman parte de un proceso de modernización del sistema sanitario, destinado a garantizar que cada peso se destine a quienes más lo necesitan. “Todo desvío será penalizado, y la trazabilidad y la transparencia se fortalecen sin afectar la continuidad de la atención”, aseguró.
Las auditorías también revelaron que algunas irregularidades podrían estar vinculadas con la falsificación de datos personales y la facturación de servicios nunca prestados. Frente a esto, se intensificaron los controles en todo el país y se establecieron mecanismos de seguimiento permanente para prevenir nuevas maniobras fraudulentas.
Especialistas en administración pública y gestión sanitaria destacan que este tipo de medidas son clave para proteger los recursos de los jubilados y mantener la sustentabilidad del sistema. Según indican, la combinación de controles digitales y auditorías periódicas permitirá detectar irregularidades de manera más rápida y eficaz, reduciendo riesgos de desvío de fondos.
Con estas acciones, el PAMI busca además recuperar la confianza de los afiliados y garantizar que el acceso a la salud se mantenga seguro y transparente. La institución asegura que no se interrumpirá la atención, y que las mejoras en los sistemas de control apuntan a que los trámites sean más claros y confiables.
El fortalecimiento de la transparencia y la implementación de herramientas digitales son parte de un plan más amplio para modernizar la administración de la salud pública, asegurar el correcto uso de los fondos y evitar que los fraudes comprometan la atención de los jubilados en todo el país.