La discusión por la reforma laboral volvió a instalarse en el centro de la agenda política argentina, con Martín Menem como uno de los principales defensores del proyecto impulsado por el Gobierno nacional. El presidente de la Cámara de Diputados sostuvo que la iniciativa representa una oportunidad para modernizar un sistema que considera “desactualizado” y que, según su visión, podría mejorar las condiciones de millones de trabajadores.
Menem explicó que las sesiones extraordinarias estarán enfocadas en un paquete de temas que el oficialismo considera claves para el próximo año: el Presupuesto 2026, la modernización del Estado, la reforma laboral y el nuevo Código Penal. Afirmó que, con la nueva conformación legislativa que entra en vigencia en diciembre, La Libertad Avanza contará con un escenario más favorable para avanzar en el tratamiento de estos proyectos.
El legislador remarcó que la Argentina arrastra altos niveles de informalidad laboral, una problemática que afecta a alrededor de ocho millones de personas que hoy trabajan sin aportes, sin cobertura y sin acceso a derechos básicos del sistema formal. Para Menem, la actualización del marco legal es indispensable para generar incentivos que permitan regularizar relaciones laborales que actualmente se sostienen por fuera de la normativa vigente. Aseguró que el esquema actual quedó atrasado frente a los cambios económicos y tecnológicos, lo que dificulta la creación de empleo registrado.
En su análisis, el país mantiene prácticamente la misma cantidad de aportantes al sistema previsional desde hace años, a pesar del crecimiento poblacional y del surgimiento de nuevos sectores productivos. Esa situación, sostuvo, deja en evidencia la necesidad de reformas de fondo que permitan mejorar la dinámica del mercado laboral y facilitar nuevas contrataciones.
Respecto a las críticas de algunos gremios, Menem consideró que quienes dicen defender a los trabajadores “deberían acompañar” una reforma orientada, según él, a ampliar las oportunidades de ingreso al sistema formal. Para el dirigente, la discusión no puede seguir postergándose, ya que la falta de empleo registrado limita la movilidad social y debilita la sostenibilidad del sistema previsional.
El presidente de la Cámara también se refirió al vínculo con los gobernadores, un factor clave para conseguir los votos necesarios en el Congreso. Aseguró que la relación con las provincias se mantiene activa y en diálogo permanente, y que el Gobierno nacional busca fortalecer los acuerdos a partir de los recursos disponibles. Según su mirada, el mensaje electoral del 26 de octubre reflejó la voluntad de cambio de una parte significativa de la sociedad, lo que obliga a avanzar en reformas estructurales.
Con el inicio de las sesiones extraordinarias a la vuelta de la esquina, el debate por la reforma laboral promete convertirse en uno de los puntos más intensos del cierre del año político. Mientras el Gobierno insiste en la necesidad de modernizar el sistema, sectores sindicales y opositores advierten sobre posibles retrocesos en derechos adquiridos. Lo cierto es que el Congreso será el escenario donde se definirá el alcance de un proyecto que podría modificar de manera significativa las reglas del trabajo en la Argentina.